Lunes 11.11.2019
/Última actualización 12:40
En ese marco, el representante argentino ante La Paz expresó su anhelo de que el proceso de búsqueda de una salida institucional a la situación en ese país, tras la renuncia del presidente Evo Morales en el marco de una grave crisis política, "sea rápido y no muy complicado para Bolivia".
En declaraciones formuladas a la prensa, en las que remarcó que "todavía hay un poco de anarquía" y que "hasta anoche" se escuchaban detonaciones que no sabía si eran "bombas, disparos o cachorros, que son pequeñas dinamitas que no hacen mucho daño pero sí mucho ruido", y que continuaban "los saqueos, sobre todo en la zona sur de la ciudad, que es la más rica".
En ese marco, indicó que, para el Gobierno argentino, "no hay un golpe de Estado" en el país vecino y estimó que esa declaraciones se basa en que "no hubo un golpe como los acostumbrados" en América Latina.
"No hubo nada de eso, pero , cuando ya estaban todas las cartas echadas y se sabía dos días antes que Evo Morales iba a renunciar, salieron las Fuerzas Armadas a pedirle la renuncia", sostuvo Álvarez García, quien, interpretó, a título personal, que "sí seguramente hay una interrupción" del orden constitucional "en base a una gran conmoción social".
"No es parecido pero hay cosas similares a cuando fue la renuncia de De la Rúa", analizó el embajador argentino en Bolivia, de extracción radical.
Por otro lado, recordó que la nueva Constitución de ese país no prevé la asunción del presidente de la Corte en caso de acefalía y dijo tener información sobre una reunión en procura de "encontrar una salida provisoria" a la crisis política e institucional.
"Tienen que llamar a elecciones, que espero sea rápido", aseveró Álvarez García, quien puso el acento en que, en la oposición, "no hay un partido que tenga peso", sino que más bien "son dos o tres figuras", que identificó con Carlos Mesa, "que sacó más de dos millones de votos" y con "el líder cívico (Luis Fernando) Camacho".
En otro orden, el embajador afirmó que ningún integrante del renunciante gobierno había pedido asilo político a la Embajada de Argentina, aunque sí se contactó con el renunciante canciller, Diego Pary Rodríguez, esa posibilidad. Además, indicó que, hasta el momento, "no hay argentinos heridos".