Pocas horas después de recibir el aval de la justicia constitucional, Emmanuel Macron promulgó la reforma jubilatoria pese al rechazo de los sindicatos y la oposición.
El Consejo Constitucional validó el retraso de la edad para jubilarse a 64 años. Para los sindicatos el país vive una "crisis democrática".
Pocas horas después de recibir el aval de la justicia constitucional, Emmanuel Macron promulgó la reforma jubilatoria pese al rechazo de los sindicatos y la oposición.
El Consejo Constitucional francés validó ayer el retraso de la edad de jubilación a 64 años para 2030 y el adelanto a 2027 de la exigencia de cotizar 43 años para cobrar una pensión completa.
Los sindicatos alertaron que Francia vive una "crisis democrática", después que el presidente decidiera a mediados de marzo adoptar por decreto su impopular ley, al temer perder la votación en el Parlamento donde carece de mayoría absoluta.
El ministro de Trabajo, Olivier Dussopt, afirmó: "Decidimos promulgar la Ley a menos de 24 horas de la decisión del Consejo Constitucional como es el caso para todas las leyes económicas y la misma entrará en vigor en septiembre próximo. Le pedimos a los franceses que hagan un esfuerzo y acepten esta reforma".
Tras el dictamen del Constitucional, se registraron incidentes en varias ciudades como París, donde hubo 138 detenidos. En Rennes (oeste), se incendió la puerta de una comisaría y, en Marsella (sureste), hubo disturbios en la estación de trenes.
"Macron quiere intimidar a toda Francia de la noche a la mañana", lamentó el líder opositor de izquierda, Jean-Luc Mélenchon. "La lucha por la revocación de la ley es ahora una cuestión de dignidad", añadió.
"¡Qué provocación! Nueva fanfarronada de Macron mientras el país nunca estuvo tan fracturado", escribió en su cuenta de Twitter Marine Tondelier, líder del partido Europa Ecología Los Verdes (EELV).
Las centrales sindicales, punta de lanza desde enero de las protestas, ya convocaron una "movilización excepcional" el 1º de mayo, con motivo del Día Internacional de los Trabajadores, para marchar contra la reforma.
Los opositores están decididos a continuar y se aferran a un antecedente no tan lejano: en 2006, las protestas obligaron al Gobierno del entonces presidente Jacques Chirac a no aplicar un polémico contrato para jóvenes, pese a estar promulgado.
El 3 de mayo, el Constitucional debe pronunciarse sobre una petición de la oposición de izquierda para organizar un referendo sobre limitar la edad de jubilación a 62 años, tras rechazar el viernes una primera solicitud similar.
Más allá de la reforma, que de acuerdo al Ejecutivo es para evitar un déficit de 13.000 millones de euros en la caja de las pensiones para 2030, el presidente se juega también poder aplicar su programa durante su segundo mandato hasta 2027.
En abril de 2022, Macron fue reelegido con un 58,5% de votos frente a Marine Le Pen, pero la actual crisis benefició a la ultraderechista en los sondeos, a pesar de que su oposición a la reforma fue menos activa que la de la izquierda.
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