El cuerpo sin vida de Srishti, la nena de dos años que estuvo más de 50 horas atrapada dentro de un pozo de 100 metros de profundidad, al que había caído el pasado lunes, fue sacado por los equipos de rescate de la India el jueves por la noche.
En el hospital constataron que llevaba muerta 40 horas por asfixia. Las autoridades presentaron cargos contra el propietario de la granja donde se encontraba el pozo,
El cuerpo sin vida de Srishti, la nena de dos años que estuvo más de 50 horas atrapada dentro de un pozo de 100 metros de profundidad, al que había caído el pasado lunes, fue sacado por los equipos de rescate de la India el jueves por la noche.
La menor fue trasladada rápidamente a un hospital, donde los doctores constataron que había muerto unas 40 horas antes por asfixia.
"A pesar de los continuos esfuerzos, lamentablemente no hemos podido salvar a la niña. Según la autopsia, el cuerpo se encuentra en un estado bastante descompuesto", informó Ashish Tiwari, director ejecutivo del distrito de Sehore, en el estado de Madhya Pradesh, donde ocurrió el accidente.
Las autoridades presentaron cargos contra el propietario de la granja donde se encontraba el pozo, así como también contra el responsable del lugar, por no haber tapado su apertura, aseguró el superintendente de Policía de Sehore, Mayak Awasthi.
En tanto, el jefe de Gobierno de Madhya Pradesh, Shivraj Singh, lanzó una advertencia para prevenir hechos similares "Se realizará una investigación en su contra y se tomarán las debidas medidas contra cualquiera que deje un pozo al descubierto".
Srishti cayó en el pozo alrededor de las 13 (hora local) del lunes cuando jugaba en la zona. Al escuchar los gritos, los vecinos alertaron a las autoridades.
Equipos de la Fuerza Estatal de Respuesta a Desastres (SDERF) y de la Fuerza Nacional de Respuesta a Desastres (NDRF) participaron desde el principio en la operación, a las que después se unieron efectivos del Ejército y un robot especializado en este tipo de rescates.
Aunque la niña inicialmente se encontraba a una profundidad de unos 12 metros, la vibración de las máquinas excavadoras hizo que se desplazara hasta los 30 metros.
Además, la dureza del terreno dificultó desde el comienzo los trabajos de rescate. En ese contexto, los operarios no tardaron en descartar la opción de cavar un túnel hasta donde estaba la menor y decidieron finalmente sacarla a través de la entrada principal del pozo.
La India vivió una operación similar hace un año, cuando el pequeño Rahul, de 10 años, cayó a un pozo en el norte del país, aunque logró ser rescatado con vida tras una operación que duró más de 100 horas.
No obstante, otro niño de dos años falleció a finales de octubre de 2019 en el sur del país tras caer a otro pozo de unos 30 metros de profundidad.
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