Era una entrevista muy esperada y acabó siendo, en palabras del corresponsal de la Casa Real de la BBC, "devastadora".
Era una entrevista muy esperada y acabó siendo, en palabras del corresponsal de la Casa Real de la BBC, "devastadora".
Meghan Markle y el príncipe Harry abrieron una inusual puerta a la vida dentro de la familia real británica en una íntima conversación de dos horas con la famosa presentadora estadounidense Oprah Winfrey.
"Es contenido explosivo: puro, revelador y enormemente dañino para el Palacio [de Buckingham]", subrayó el periodista de la BBC especializado en la monarquía británica, Jonny Dymond.
El programa fue emitido en la noche de Estados Unidos y en él la pareja habló de las presiones en palacio, de racismo, de salud mental y de la dinámica de la familia real.
Uno de los momentos más dramáticos de la entrevista fue cuando la periodista preguntó a la duquesa de Sussex sobre algunas de sus declaraciones pasadas, en las que describía su etapa como miembro de la realeza en Reino Unido como algo casi imposible de "sobrevivir".
"Suena a que hubo un punto de inflexión", apuntó la famosa presentadora.
"Simplemente ya no quería seguir viviendo", respondió Markle, explicando que se sintió "avergonzada" de confesárselo al príncipe Harry, su esposo e hijo de Lady Di, por las grandes "pérdidas que ha sufrido".
"Fue un pensamiento constante, real y aterrador", señaló.
La duquesa de Sussex aseguró que solicitó ayuda a "la Institución" (el Palacio de Buckingham), pidiéndoles ir a algún centro donde le asistieran.
Su petición fue rechazada, aseguró.
"¿Tuviste pensamientos suicidas?", repreguntó Winfrey.
"Sí", respondió Markle. "Pensé que eso solventaría todo para todos".
En medio de la fuerte presión mediática, que la pareja criticó duramente, la duquesa de Sussex explicó que limitaron sus actividades y no pudo salir de casa en meses, lo que le llevó a sentir una profunda soledad.
El príncipe Harry, por su parte, explicó que no tenía "ni idea de qué hacer" y que él mismo acabó "en un lugar muy oscuro".
"No tenía nadie a quien recurrir", manifestó.
Fue después de este episodio tras el que decidieron apartarse de sus roles, en marzo de 2020, y marcharse del país, tras denunciar la discriminación, mentiras y persecución de los tabloides británicos.
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Oprah Winfrey y Meghan Markle también hablaron de la decisión de la familia real de no conceder el título de príncipe a Archie, su primogénito, ni la seguridad oficial que conlleva.
En ese punto, la duquesa de Sussex aseguró que hubo conversaciones de miembros de la familia sobre cuán oscura sería la piel del bebé cuando naciera: "[sobre] qué significaría o cómo se vería".
Preguntada por Oprah Winfrey si hubo preocupaciones de que su hijo fuera "demasiado moreno" y eso fuera un problema, Markle dijo: "Si esa es la deducción que estás haciendo, creo que es una bastante adecuada".
Las declaraciones de la duquesa de Sussex provocaron gestos de asombro de la periodista, que preguntó a quién se refería exactamente.
Según Markle, se trató de una conversación entre miembros de la familia real británica y el príncipe Harry.
Preguntado por esos comentarios, el nieto de Isabel II rechazó ofrecer más detalles: "Es algo que nunca voy a compartir públicamente".
"En su momento, fue raro, me quedé un poco impactado", señaló, añadiendo que esa conversación tuvo lugar "justo al principio" de su relación.
El príncipe Harry también dijo que le había dolido que nadie de su familia condenara la cobertura mediática racista sobre ellos.
La relación personal entre los duques de Sussex y otros miembros de la realeza británica también salió a colación, y en ese punto fue en el que el príncipe Harry comentó que su padre, el príncipe de Gales y heredero al trono, dejó de atenderle el teléfonoen medio de la crisis.
"Hay mucho que trabajar [en esa relación]", señaló. "Me siento realmente decepcionado, porque él [su padre] ha pasado por algo similar, sabe lo que es el dolor… y Archie es su nieto".
"Pero, al mismo tiempo, por supuesto que siempre le querré pero se ha hecho mucho daño y seguirá siendo una de mis prioridades tratar de curar esa relación", señaló el príncipe Harry.
Sobre su hermano, el príncipe William, manifestó que ambos están en "caminos diferentes", y describió tanto a él como a su padre como "atrapados" en el sistema.
No obstante, el hijo de Lady Di aseguró que tiene "muy buena relación" con su abuela, la reina Isabel.
La pareja también reveló que prácticamente les han retirado el apoyo financiero, razón por la que buscaron acuerdos para proyectos con Netflix y Spotify.
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La periodista también preguntó a Meghan Markle por su relación con la duquesa de Cambridge, Kate Middleton, después de los rumores sobre que la primera había hecho llorar a la segunda por un desacuerdo en torno a unos vestidos de flores de la boda de Harry y Meghan.
Esos rumores llevaron a un torrente de historias en los tabloides británicos.
La duquesa de Sussex dijo que en realidad lo que ocurrió fue "lo contrario", y que Kate se disculpó posteriormente y le llevó flores para enmendarlo.
En ese sentido, la familia real también recibió críticas por no defender a los duques de Sussex, con Markle señalando que la situación "realmente empezó a empeorar" cuando se casaron, en mayo de 2018.
"Acabé entendiendo que no solo no iba a ser protegida, sino que estaban dispuestos a mentir para proteger a otros miembros de la familia", manifestó.
"Pero no estaban dispuestos a decir la verdad para protegerme a mí o a mi marido".
Markle, sin embargo, subrayó que la reina Isabel siempre fue maravillosa con ella y explicó que, antes de pasar a formar parte de la monarquía, no sabía que las reverencias a la reina también ocurrían con miembros de la familia.
La duquesa de Sussex ejemplificó su desconocimiento sobre el protocolo con la anécdota de cuando conoció por primera vez a la reina: cuando Harry le dijo que se la presentaría, ella se mostró entusiasmada, a lo que él le preguntó: "¿Sabes hacer una reverencia?"
"Pero es tu abuela", le dijo Markle, asombrada. "Es la reina", respondió el príncipe Harry.
La duquesa de Sussex también aseguró que no se había documentado sobre la familia real de manera anterior a la boda y que nunca había buscado información sobre Harry en internet.
La pareja también reveló varios datos sobre cómo empezó su familia y… cómo seguirá.
Meghan Markle explicó que la pareja se casó en secreto tres días antes de la fecha oficial de su boda, en mayo de 2018.
Y una vez que ambos estuvieron frente a Oprah Winfrey anunciaron que el bebé que esperan será niña.
Pese a las duras acusaciones, la entrevista acabó en tono positivo, con la reconocida presentadora preguntando a Meghan Markle si, pese a todo lo que había pasado, consiguió su final feliz con el príncipe.
Y la duquesa de Sussex no dudó:
"Mejor que cualquier cuento de hadas que hayas leído jamás".
Meghan y Harry han dado un vuelco a la narrativa creada por la prensa británica más vendida.
Han revelado las terribles presiones dentro de palacio. Han pintado un panorama de individuos insensibles en una institución indiferente. Han hablado de racismo en la familia real.
La de Oprah fue una entrevista devastadora. Pero Harry describiendo a su hermano y a su padre como "atrapados", y Meghan revelando que pidió ayuda en repetidas ocasiones tan solo para encontrarse con el rechazo, es un duro golpe para la institución.
No queda del todo claro si el Palacio de Buckingham responderá, o cuándo. Muchas de las revelaciones son tan personales que obtener algún tipo de reacción parece poco probable. La reina ha dejado claro en repetidas ocasiones el afecto hacia la pareja.
Y sobre los periódicos que la pareja tanto desprecia: ¿cambiarán su tono? No está en su naturaleza.
Hubo páginas cargadas de bilis en algunos periódicos del domingo previos a la entrevista. Meghan y Harry han renunciado a la posibilidad de un juicio justo por parte de muchas de las publicaciones más populares del país.
Parece extremadamente improbable que vayan a ver algo publicado que les haga cambiar de opinión.