El excanciller uruguayo Francisco Bustillo, que renunció esta semana en medio de un escándalo por el ocultamiento de información a la Justicia, explicó hoy que le pidió "figuradamente" a su exsegunda Carolina Ache que perdiera su teléfono móvil, señaló que ella estaba al mando del ministerio cuando se le entregó el pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset e insistió en que ese trámite "fue ajustado al marco normativo". Bustillo expresó estos conceptos en un escrito que repartió a la prensa después de declarar ante el fiscal de Delitos Económicos de Primer Turno, Alejandro Machado, que investiga la entrega de un pasaporte a Marset, en noviembre de 2021, cuando estaba preso en Dubai por haber intentado entrar al país con documentación paraguaya falsa.
El texto de Bustillo, que hace un detallado recorrido de los pasos judiciales, consignó que él mismo dispuso "una investigación administrativa" en la que no intervino y remarcó que no tuvo "participación alguna ni siquiera conocimiento" de la entrega de un pasaporte a Marset.
"Cuando se expidió y entregó el pasaporte de Marset, era la propia Ache quien estaba ejerciendo como ministra de Relaciones Exteriores, dado que yo me hallaba en Misión Oficial en el exterior, como fue acreditado en Fiscalía. En definitiva, la tramitación del pasaporte por parte del MRREE fue ajustada al marco normativo vigente a esa fecha", manifestó Bustillo.
Mirá tambiénDenunciaron complicidad del canciller de Uruguay para proteger al narco MarsetEl caso estalló después de que Ache, exsubsecretaria de Relaciones Exteriores, entregara el miércoles a la Fiscalía unos chats que cruzó con Bustillo, en los que este le sugería que "pierda" el celular para evitar darle a la Justicia conversaciones vinculadas al pasaporte de Marset.
Además, Ache aportó a la Justicia documentación para probar que el asesor presidencial Roberto Lafluf destruyó un acta notarial de la Cancillería que contenía chats que mantuvo sobre el tema con el subsecretario de Interior, Guillermo Maciel, y le pidió a ella que borrara los mensajes y certificara con una escribana que esos mensajes no estaban en su celular.
El estallido generó la salida de Bustillo de la Cancillería, pero no se descartan otros cambios en el Gobierno al regreso este sábado del presidente Luis Lacalle Pou, que participa en Estados Unidos de un encuentro regional.
Bustillo dijo que le pidió a Ache "figuradamente que 'perdiera' el teléfono en la conversación que ella subrepticiamente grabó, aislando y descontextualizando lo que venía sucediendo en todo ese tiempo, durante el cual me planteaba constantemente sus dudas".
El opositor Frente Amplio (FA), que ayer había pedido otras salidas de funcionarios del Ejecutivo, dejó abierta ahora la chance de una moción de censura contra el titular de Interior, Luis Heber.
Los senadores frenteamplistas, en sesión permanente, se quejaron por la decisión de Lacalle Pou de no adelantar su regreso desde EEUU.
A Marset lo busca la policía de toda la región y en agosto consiguió escapar de un operativo para detenerlo en Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.
En Paraguay se sospecha, además, que puede tener vinculación con el asesinato, en mayo del año pasado, del fiscal paraguayo Marcelo Pecci, atacado a tiros en una playa de Cartagena, Colombia.
El comunicado de Bustillo
"Como todos ustedes saben, impera por mandato legal la reserva de las actuaciones de la presente investigación preliminar ante el Ministerio Público.
No obstante, creo que es mi deber formular las siguientes aclaraciones:
"1. El intercambio de mensajes entre Guillermo Maciel y Carolina Ache son comunicaciones privadas y no constituyen documentación oficial.
De su contenido tomé conocimiento recién horas antes de la interpelación, donde anuncié y dispuse una investigación administrativa en la que no tuve la más mínima injerencia.
2. En el curso de esa investigación administrativa, la funcionaria instructora le solicitó dos veces consecutivas a la Dra. Carolina Ache que aportara los whatsapp. Ella se negó en ambas oportunidades.
3. En una tercera oportunidad, Carolina Ache convocó a la instructora a concurrir a su despacho, quien pensó que era para entregarle los mensajes requeridos oportunamente. Sin embargo, se encontró con que Ache estaba acompañada por su abogado, el Dr Jorge Díaz, quien cuestionó a la instructora y aportó su escrito, que consta en la investigación administrativa. En este indicaba que, al pretender la entrega de esas comunicaciones personales, había un desvío del objeto de la investigación y le atribuyó un ánimo pesquisante. Ante esa rotunda negativa, la instructora debió culminar la investigación sin contar con dichas comunicaciones.
Cansado de esos reiterados y continuos planteos de Ache, y para terminar ocn este diálogo que en nada me vinculaba, es que le dije figuradamente que "perdiera" el teléfono en la conversación que ella subrepticiamente grabó, aislando y descontextualizando o que venía sucediendo en todo ese tiempo, durante el cual me planteaba constantemente sus dudas.
Luego, cuando se le requirió los mensajes para entregar a la justicia contenciosa administrativa, me planteó por escrito que solo lo haría, si yo lo ordenaba.
Finalmente, accedió a entregarlos y se le indicó que lo hiciera en la Asesoría Jurídica del Ministerio de Relaciones Exteriores, que debía aportar dicha documentación al juzgado.
4. Cuando recibió el primer mensaje y, fundamentalmente, cuando se expidió y entregó el pasaporte de Marset, era la propia Ache quien estaba ejerciendo como Ministra de Relaciones Exteriores, dado que yo me hallaba en Misión Oficial en el exterior, como fue acreditado en Fiscalía.
5. En definitiva, la tramitación del pasaporte por parte del MRREE fue ajustada al marco normativo vigente a esa fecha (Decreto 240/018)
6. Pese a que los mensajes privados intercambiados entre Maciel y Ache carecían de relevancia en la tramitación del pasaporte, pero dados los desencuentros entre la funcionaria instructora de la Cancillería y la por entonces subsecretaria Ache -pues esta le atribuía un apartamiento del objeto de la investigación, y un ánimo pesquisante-; y para evitar que pasara a mayores, generando un uso político del tema, procuré calmarla, minimizándole la trascendencia que respecto a ella pudieran tener dichos mensajes, manifestándole tratar con el Director de Jurídica del MRREE, las supuestas presiones por ella aludidas en el curso de la investigación administrativa, lo cual en definitiva no realicé, por no corresponder.
7. Finalmente, reitero que no solo no tuve participación alguna, ni tan siquiera conocimiento de la tramitación del pasaporte del señor Marset. En el Parlamento, no falté a la verdad".
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