El Gobierno español descartó un nuevo confinamiento general para luchar contra la tercera ola de covid-19 pero podría permitir a las regiones adelantar su toque de queda, según lo anunciado por el ministro de Sanidad, Salvador Illa.
El Gobierno español descartó un nuevo confinamiento general para luchar contra la tercera ola de covid-19 pero podría permitir a las regiones adelantar su toque de queda, según lo anunciado por el ministro de Sanidad, Salvador Illa.
"No contemplamos en este momento ningún confinamiento domiciliario", dijo Illa en una rueda de prensa, una estrategia que contrasta con países como el Reino Unido, que volvió a confinar a su población.
Cinco regiones españolas pidieron esta semana al Gobierno central que implemente un confinamiento estricto mientras el número de casos de Covid-19 sigue aumentando en el país desde las fiestas de fin de año.
Después de haber superado la semana pasada la cifra simbólica de 2 millones de casos confirmados, España informó ayer un récord de 40.197 casos en las 24 horas previas.
La situación es "muy preocupante" pero ahora "tenemos experiencia y sabemos cómo doblegar esta curva" de contagios, dijo Illa, según la agencia de noticias AFP.
Las autoridades consideran suficientes las restricciones aplicadas en el marco del estado de emergencia sanitaria, vigente hasta mayo, y que las regiones están endureciendo.
Se trata de medidas como los toques de queda, el cierre de determinadas ciudades o zonas, la reducción de la capacidad y de los horarios de bares y restaurantes o la prohibición de entrar en una región a menos que exista una razón válida.
Sin embargo, el Gobierno está dispuesto a revisar la hora del toque de queda, indicó Illa.
El decreto de estado de emergencia permite actualmente a las regiones fijar sus toques de queda entre las 22 y las 7, con una tolerancia de una hora más o menos.
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Pero la comunidad central de Castilla y León decidió ayer establecer su toque de queda a las 20, y el norteño País Vasco a las 18.
Ante el retraso en la entrega de las vacunas anunciado ayer por la firma Pfizer, Illa anunció que los países de la Unión Europea (UE) recibirán la próxima semana "el 56% de las dosis previstas", es decir, unas 205.000 dosis para España frente a las 350.000 iniciales.
Se dará prioridad a los que recibieron la primera dosis al principio de la campaña de vacunación y ahora necesitan la segunda dosis, explicó.
"La semana siguiente la previsión es recibir las dosis que estaban previstas", dijo, estimando que la vacunación había alcanzado su "velocidad de crucero" en España, donde se ha administrado el 70% de las dosis recibidas.
El objetivo del Gobierno es vacunar al 70% de los 47 millones de españoles antes del verano.
Con información de Telam