En su estudio “Una reconstrucción justa es posible y necesaria”, la organización asegura que el coronavirus tuvo un grave impacto, al causar más de 28.000 muertes, pero, además, deja una huella de graves daños económicos y sociales que se han distribuido de manera muy desigual e injusta, y que a largo plazo, “podrían llegar a ser más graves que la pandemia en sí misma”.
Oxfam advierte que “los trabajadores esenciales, que han trabajado en primera línea de la lucha contra la Covid-19 en hospitales, residencias de mayores, comercios o transporte, agricultores, entre otros, son los primeros afectados”.
Y entre ellos, las mujeres, que representan el 70% de los trabajadores con salarios más bajos. Pero además alerta de los efectos devastadores para los inmigrantes en general y las mujeres inmigrantes en particular, que son el eslabón más débil, ya que, la ONG estima que el desempleo entre estas personas se va multiplicar por diez respecto a los trabajadores nacionales.
Según las estimaciones de Oxfam, la brecha de la desigualdad podría crecer incluso más allá de lo que creció con la crisis financiera internacional del 2008.
La entidad pide medidas para paliar la situación como aplicar una fiscalidad progresiva, un gravamen a las grandes fortunas y también garantizar los derechos laborales a las personas migrantes.
“Con un aumento esperado de la tasa de desempleo del 13% al 19%, además de una caída del PBI del 9% durante el año 2020, estimamos que el número de pobres en España podría aumentar en más de 700.000 personas, hasta alcanzar los 10,8 millones de personas”, dice el estudio.
Esto supone un incremento de la pobreza relativa de 1,6 puntos, hasta alcanzar al 23,1% de la población (frente al 21,5% antes de la Covid-19). Sin embargo, estos números pueden llevar a engaño, pues la fuerte caída en el PBI también supone una importante caída del umbral de pobreza.
“Considerando constante el umbral de pobreza, la pobreza relativa podría llegar a alcanzar al 26%, es decir, más de 12,3 millones de personas”, subraya la ONG.
Las estimaciones apuntan también a un importante incremento de la desigualdad. “En términos relativos, el decil más pobre podría llegar a perder, en términos proporcionales, más de ocho veces la renta que pierde el decil de renta más alto”, sostiene el estudio.
Asimismo, cuando analiza la distribución de la riqueza, la ONG señala que entre el pasado 18 de marzo y principios de junio, los milmillonarios españoles de la lista Forbes han visto aumentar el valor de su riqueza en algo más de 19.200 millones de euros.
Si bien Oxfam reconoce que el gobierno ha puesto en marcha medidas importantes para enfrentar la crisis y celebra la aprobación del Ingreso Mínimo Vital, asegura que “aún hay mucho por hacer”, y subraya que es necesario que la fase de reconstrucción no se sustente en políticas que deriven en una mayor precariedad y adelgacen las prestaciones públicas.
En ese sentido, la ONG propone que España mejore su recaudación mediante un sistema más progresivo, para equipararse así con la media de los países de la Unión Europea, y que introduzca un impuesto a las grandes fortunas, así como una reforma del los impuestos.
Gobierno británico anuncia más reaperturas desde el 4 de julio
El primer ministro británico, Boris Johnson, anunciará hoy la reapertura de todos los pubs, restaurantes, cines y museos desde el 4 de julio con el objetivo de reactivar la actividad económica tras experimentar una caída constante en los nuevos casos de coronavirus durante mayo y junio.
Pero es probable que la nueva normalidad venga acompañada de pautas de seguridad para evitar un rebrote del virus y se espera que se incluyan sistemas unidireccionales de circulación interior, colas espaciadas, mayor ventilación y tickets reservados previamente.
La semana pasada las tiendas, comercios no esenciales y las concesionarias de autos reabrieron bajo pautas de distanciamiento, mientras que los británicos volvieron a reencontrarse con amigos, parejas y familiares dentro de los hogares.
Johnson anunciará también la revisión de la norma de distanciamiento social de dos metros, en medio de las expectativas generalizadas de que se reducirá a un metro, algo clave para reabrir el sector turístico, el más castigado por la pandemia.
En un intento por salvar la temporada de verano, el gobierno está trabajando además en un acuerdo con Francia, España, Grecia, Italia y Turquía, países con niveles más bajos de infecciones por coronavirus que el Reino Unido, para permitir que los británicos no tengan necesidad de aislarse al regreso, según informó el diario The Times.
Sin embargo, a medida que el Reino Unido se acerca a la última fase de la cuarentena, expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtieron que el país debe hacerlo con cuidado.Margaret Harris dijo que el Reino Unido había hecho bien en reducir la cantidad de infecciones por coronavirus, pero consideró que la gente debe entender que este es el año de vivir de manera diferente.
“No, lo OK, se acabó. No acabas de salir de la escuela”, dijo en una entrevista en el programa Today de BBC Radio 4.
Para la experta, es una muy buena noticia la caída en los casos de coronavirus, pero aseguró que es el momento de celebrarlo siendo cuidadosos.
El Reino Unido fue el país más afectado de Europa por la pandemia.Hasta ayer, el Departamento de Salud y Asistencia Social, dependiente del gobierno, informó que el total de fallecimientos de personas con prueba positiva de coronavirus es de 42.647.
La independiente Oficina Nacional de Estadísticas (ONS), que en sus datos incluye también las muertes cuya causa se sospecha que fue el coronavirus, informó hoy de más de 54.000 decesos.
Tras un 2019 récord en el que el papa Francisco visitó 11 países, la pandemia de coronavirus puede convertir a 2020 en el primer año sin viajes papales fuera del Vaticano desde 1978.
“En el estado actual, vista la situación sanitaria internacional, no hay en programa ningún viaje del Santo Padre al extranjero para este año”, dijo a Télam el vocero papal Matteo Bruni.
A causa del coronavirus, el pontífice debió postergar el viaje que ya estaba programado a Malta, para el 31 de mayo, así como quedó sin efecto la gira, a la que solo le faltaba el anuncio oficial, que iba a llevar a Jorge Bergoglio a Indonesia, Papúa Nueva Guinea y Timor Oriental en la primera semana de septiembre.
La última vez que no hubo viajes papales fuera del Vaticano fue en 1978, el denominado año “de los tres Papas”, por la muerte de Pablo VI, el breve pontificado de 33 días de Juan Pablo I y luego la entronización de Juan Pablo II.