Aunque la mayoría de las mujeres del mundo comienzan a amamantar después de dar a luz a un bebé, solo el 44 % lo hace hasta el sexto mes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los supermercados estadounidenses se han quedado sin suficiente leche de fórmula para bebés. En el país solo el 58% de los bebés son amamantados hasta los seis meses.
Aunque la mayoría de las mujeres del mundo comienzan a amamantar después de dar a luz a un bebé, solo el 44 % lo hace hasta el sexto mes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los bebés no pueden comer alimentos sólidos en el primer medio año de sus vidas, lo que los hace depender de la leche materna o de la leche especialmente elaborada para ellos. Este hecho hace que la actual escasez de leche de fórmula para recién nacidos en Estados Unidos, donde solo el 58% de los bebés son amamantados hasta los seis meses, sea un problema.
La mayoría de las investigaciones muestran que la lactancia materna es una forma saludable y natural de alimentación para los recién nacidos. Es bueno para la relación madre-hijo y más económico que la leche de fórmula. Entonces, ¿por qué tan pocas mujeres lo hacen? La crisis de escasez no existiría si se optara por amamantar, ¿verdad?
Pero, ¿que hay detrás de la lactancia materna frente al uso de la leche de fórmula?. Hay razones estructurales e individuales por las que algunas mujeres optan por la leche industrial, y otras veces la importancia que se le da a la lactancia materna deriva según el lugar donde viva.
Aunque las razones individuales por las que las mujeres optan por no amamantar varían según el país y el nivel socioeconómico, la mayoría de los expertos concluyen que la experiencia que tiene una mujer en el hospital durante el parto juega un papel decisivo.
Durante décadas, la OMS ha estado presionando a los hospitales para que implementen medidas que sean "amigables con los niños", es decir que promuevan la lactancia al nacer. Esto es importante porque las primeras 24 horas son cruciales para la experiencia de lactancia de una mujer y la capacidad del bebé para mamar.
Antonina Muturo, investigadora de bienestar maternoinfantil del African Population and Health Research Centre en Nairobi, Kenia, ayudó a realizar una encuesta en los asentamientos informales de la ciudad, en la cual, según un informe reciente de la ONU, se encuentran "algunos de los barrios marginales más densos, insalubres e inseguros en el mundo". Aquí, de las nuevas madres encuestadas, solo el 2% estaba amamantando a sus hijos.
Eso a pesar del hecho de que muchas de las mujeres que Muturo encontró no tenían el dinero para comprar regularmente leche de fórmula. "Usaban leche de vaca normal o papillas de avena para alimentar a sus bebés antes de los seis meses", dice. Muturo señala además que la falta de lactancia materna en los asentamientos se debe en parte al hecho de que estas mujeres probablemente no aprendieron sobre la importancia de esta práctica en los hospitales donde dieron a luz.
Otras veces, los médicos les dicen a las mujeres que no tienen suficiente leche, explica Muturo, quien agrega que la producción adecuada de leche depende de la demanda. Entonces, la solución es buscar otras opciones, y la leche de fórmula suele ser la opción más rápida”.
La mayoría del personal de salud que trabaja en pediatría o ginecología sabe que la lactancia materna es buena para el bebé, pero no existen las estructuras para promoverla.
Un informe de la OMS publicado en febrero establece que, si bien las tasas de lactancia materna se han estancado en las cuatro décadas desde la implementación del código, las ventas de leche de fórmula se han duplicado
Si una mujer está amamantando, cada pocas horas sus senos se saturarán de leche. Esa leche necesita salir de su cuerpo de alguna manera, ya sea alimentando a un bebé o extrayéndose, de lo contrario le causará dolor.
En Alemania y muchos otros países europeos, a las mujeres se les permite tomar hasta un año libre remunerado después de dar a luz, lo que hace que la extracción de leche sea un problema menor. Pero en otros países, como Estados Unidos o Kenia, no es así.