En el cierre del año electoral récord a nivel mundial de participación, Estados Unidos elegirá nuevo presidente este martes 5 de noviembre, sea cual sea el resultado.
Con resultado incierto y una maratónica carrera presidencial, demócratas y republicanos tendrán nuevo presidente desde enero. Expectativa por estados y el futuro internacional.
En el cierre del año electoral récord a nivel mundial de participación, Estados Unidos elegirá nuevo presidente este martes 5 de noviembre, sea cual sea el resultado.
Kamala Harris, actual vicepresidente que ingresó como candidata demócrata en reemplazo del crudamente cuestionado mandatario Joe Biden, intentará sostener el poder del partido ante el intento de regreso de Donald Trump, que planea su propia línea dentro de los republicanos.
Con un formato particular en comparación con los sistemas electorales argentinos y del resto del planeta, ya son más de 75 millones de personas las que emitieron su voto vía carta, en el extranjero o en los centros de entrega de papeletas, como hizo el propio Biden.
El formato también difiere en las campañas. Millones de ciudadanos estadounidenses “tomaron la decisión” con una lluvia propagandística de por medio. Pero incluso para el mayoritario resto de votantes también habrá influencias hasta última hora.
Harris, junto a su compañero de fórmula Tim Walz, estuvo este lunes en Wisconsin, Milwaukee, Pensilvania y Detroit. En solitario, Trump estuvo en Carolina del Norte, Pensilvania y Míchigan. Su candidato a vice, J.D Vance, hizo lo suyo en Wisconsin, Míchigan, Georgia y Pensilvania.
En las horas previas y posteriores, los números acaparan la atención por encima de las eventuales medidas que cada candidato puede tomar en base a sus plataformas de campaña.
Este 2024, las estadísticas hacen foco en siete estados claves por su condición de “swing states”, estados pendulares o indecisos que pueden modificar la balanza final.
En base a lo establecido por el Colegio Electoral, en EE.UU. no se contabilizan la totalidad de los votos, sino que cada estado brinda una cantidad determinada de electores al candidato que se imponga dentro de este. Con un total de 538, los que más aportan son California (54), Texas (40), Florida (30) y Nueva York (28). Mientras que los que menos, con sólo tres, son Alaska, Wyoming, Dakota del Norte y Dakota del Sur, Delaware y Vermont.
Con este panorama, y partiendo de la base de que ciertos territorios se mantienen fieles a un mismo partido, la expectativa previa ya le aseguran 226 electores a Harris y 219 a Trump.
Allí es donde aparecen Pensilvania (19), Georgia (16) y Carolina del Norte (16), seguidos de Míchigan (15), Arizona (11), Wisconsin (10) y Nevada (6). El ganador de estos estados, que en su mayoría brindan la totalidad de electores al triunfador, se acercará a los 270 necesarios.
La política internacional hace mella sobre el final de la carrera y los nombres de los vices, a la par del de los principales candidatos, se ven afectados por supuestas relaciones con China y Rusia.
Tim Walz, el segundo de Harris, en medio de su proceso de 24 años en la Guardia Nacional del Ejército, fue docente de ciencias sociales en China entre 1989 y 1990. Este elemento se alineó con las acusaciones de “comunista” que recibió Kamala por parte de Trump en las primeras semanas como candidata.
Por el lado de J.D. Vance, se le han encontrado contactos con la iglesia ortodoxa rusa, la cual posee un fuerte brazo en Hungría, desde donde sale uno de los aliados internacionales de Donald: Viktor Orban.
El tema Moscú es muy sensible en la coyuntura actual, siendo que Trump aseguró poder finalizar la guerra de Ucrania “en 24 horas”, pero sin describir cuál sería el método ni el posible vencedor.
Europa, China y Medio Oriente se mantiene expectantes ante los resultados de este martes, los cuáles modificaron sus estrategias de cara a los próximos cuatro años y podrían afectar el rumbo de la historia a nivel global.
El momento en el que el Colegio Electoral confirme los resultados será recién el 4 de enero. La extensión del conteo no se dará hasta ese momento, pero existirán diversas instancias entre el conocimiento de los números y la confirmación total.
20 de enero será la fecha de asunción en la Casa Blanca para quien obtenga el triunfo en los comicios.