Las autoridades de Nueva Zelanda pusieron en marcha una investigación sobre la erupción del volcán Whakaari, que podría haber acabado con la vida de al menos 14 de las 47 personas, en su mayoría turistas, que se encontraban en la isla deshabitada del noreste del país en el momento de la tragedia.
Hasta ahora se confirmó la muerte de seis personas, pero las autoridades aseguran que hay "fuertes indicios" del fallecimiento de otras ocho personas que permanecen desaparecidas.
La última víctima mortal confirmada era uno de los 31 heridos hospitalizado por sus quemaduras, de los que casi una veintena se encuentran en condición grave.
Por ahora, no se difundieron las identidades de las víctimas aunque trascendieron sus nacionalidades: una es malasia, otra neozelandesa y el resto de las víctimas mortales son australianos, comunicó el primer ministro de Australia, Scott Morrison.
En tanto, 27 de los 31 heridos que permanecen en hospitales cuentan con pronóstico reservado debido a que las quemaduras resultantes de la erupción cubren más del 30 por ciento de sus cuerpos y varios sufren de quemaduras internas, según fuentes médicas.
"Es posible que no todos los pacientes (quemados) sobrevivan", dijo el vocero del ministerio de Salud, Pete Watson, quien explicó que la mayoría de los heridos inhaló gas y cenizas y por ello necesitan aparatos de asistencia respiratoria.
Otros tres afectados recibieron ya el alta médica.
Las autoridades detallaron que las edades de las 47 personas afectadas por la erupción oscilan entre los 13 y 72 años, y sus nacionalidades: 24 australianas, 9 estadounidenses, 5 neozelandesas, 4 alemanas, dos británicas, dos chinas y una malasia.
En tanto, la policía anunció que abrirá una investigación a instancias de un juez forense, aunque matizó que todavía "es demasiado pronto para confirmar si será una investigación penal", consignó la agencia de noticias EFE.
Las pesquisas incluirán a los operadores turísticos que realizan excursiones a esta isla, ubicada a 48 kilómetros al este de la Isla Norte y que pertenece desde 1952 a una fundación privada de la familia Buttle en calidad de reserva natural.
La erupción ocurrió a primera hora de la tarde del lunes con la expulsión de rocas y una gran nube de ceniza sobre la isla de Whakaari, también conocida como White Island.
Un grupo de excursionistas se encontraba cerca del cráter minutos antes de la erupción, según imágenes de una cámara de seguimiento instalada en la zona.
El pasado 3 de diciembre, el grupo de control de actividad geológica GeoNet había advertido que el volcán Whakaari "entró en un periodo de actividad eruptiva", aunque precisó que la situación "no representa un peligro directo para los visitantes".