Jueves 13.2.2020
/Última actualización 22:44
El documento se basa en un estudio en el que se monitoreó 286 sitios de arrecifes a lo largo de los 1.000 kilómetros en las costas del Caribe de Belice, Guatemala, Honduras y México para determinar la cobertura del coral vivo, macroalgas y peces claves para la supervivencia de los arrecifes de coral, se indicó en el Reporte de Salud del Arrecife Mesoamericano 2020.
“Por primera vez en 12 años de seguimiento del estado de los arrecifes, la condición de este ecosistema se ha deteriorado”, dijo la Iniciativa Arrecifes Saludables para Gente Saludable (HRI, por sus siglas en inglés). “El Índice de Salud Arrecifal (ISA), que sintetiza todos los datos ecológicos en un índice de estilo ‘Dow Jones’, disminuyó de 2.8 en 2016 a 2.5 en 2018”, agregó HRI.
El Sistema Arrecifal Mesoamericano (SAM), el segundo más grande del mundo después de la Gran barrera de coral en Australia, es el principal atractivo en las zonas turísticas de los cuatro países que lo conforman, donde también se desarrolla pesca industrial y artesanal que afectan su supervivencia.
“La disminución en el ISA se debió principalmente a la disminución de los peces herbívoros (peces loro y cirujano) y comerciales (pargos y meros)”, considerados “clave para mantener arrecifes de coral funcionales y saludables”, explicó HRI.
En el estudio se advirtió que “los corales formadores de arrecifes enfrentan una nueva crisis”, que es la enfermedad del Síndrome Blanco, que causa la pérdida del tejido del coral, asociado presuntamente a la mala calidad de las aguas.
“Es probablemente la enfermedad más letal que se sabe que afecta a los arrecifes de coral del SAM y no sabemos claramente que patógeno la provoca” dijo Ian Drysdale, coordinador en Honduras de la HRI.
En 2018, la enfermedad se propagó rápidamente a lo largo de 450 kilómetros de la costa caribeña de México, afectando a más de 22 especies y causó la pérdida del 30% de la cobertura de coral. En 2019 se extendió a Belice, según el estudio.
“Es necesario mejorar el tratamiento de aguas residuales en toda la región para proteger la salud humana y de los arrecifes. El tratamiento del agua residual es vital para salvar el SAM”, dijo Drysdale en la presentación del estudio.
El mayor deterioro en el ISA se reportó en Honduras donde se registró una reducción a 2.5 desde 3.0, mientras en México y Guatemala se mantuvo en 3.0 y 2.5, respectivamente. Belice fue el único país donde mejoró de 2.8 a 3.0 al aplicar desde 2009 un plan de protección del pez loro, clave para evitar que las algas crezcan y maten a los corales.