El Litoral
Más de 400 kilómetros de costa entre los estados de Virginia, Carolina del Norte y Carolina del Sur están siendo evacuados por las autoridades debido a la llegada prevista entre el jueves y viernes de "Florence", un huracán que promete traer consigo inundaciones, cortes de luz y deslizamientos.
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Desde Norfolk, en Virginia, hasta Charleston, en Carolina del Sur, fue emitido por el Centro Nacional de Huracanes (NHC), con sede en Miami, un "aviso de huracán" que implica una alta posibilidad de que el ciclón afecte las áreas señaladas.
Según el NHC, el quinto huracán de la temporada de 2018 que arrancó en junio subió a 220 kilómetros por hora la velocidad de sus vientos sostenidos y durante el martes recorrió más de 100 kilómetros con dirección noroeste por el Océano Atlántico.
"'Florence' es ahora un huracán de categoría cuatro (de máximo cinco que mide la escala Saffir-Simpson) que puede fortalecerse en las próximas horas", detalló el Centro al insistir en que "la llegada a tierra será peligrosa y fuerte".
Aunque los litorales son la principal preocupación de las autoridades por la alta probabilidad de marejadas ciclónicas (inundaciones costeras) con olas de hasta 3,6 metros de altura, en zonas más alejadas de la costa podría haber fuertes inundaciones.
"Esperamos que se acumule un total de entre 38 y 76 centímetros de agua lo cual puede provocar deslizamientos y desbordamientos de ríos", detalló el NHC.
El presidente Donald Trump afirmó que la seguridad de sus compatriotas es su mayor prioridad en este momento. "No ahorraremos ningún gasto. Estamos preparados y listos", dijo en un encuentro con periodistas en la Casa Blanca.
Asimismo, el mandatario advirtió que "este huracán será muy grande, incluso más grande de lo que se ha visto en décadas" y llamó al Congreso a estar preparado para aprobar fondos para un eventual alivio de desastre.
La alcaldesa de Washington DC, Muriel Bowser, declaró por su parte el estado de emergencia en la capital estadounidense a fin de garantizar los recursos necesarios para la preparación ante la llegada de "Florence". Esa medida rige desde el domingo para las Carolinas y Virginia.
Autoridades calcularon que un total de cinco millones de personas deberán abandonar temporalmente sus hogares en toda la costa, en donde ya escasean el agua potable, los alimentos no perecederos y la gasolina.
Además, se ha reportado un incremento en el tráfico debido a las evacuaciones. "Hay mucha movilización. Tenemos entre cuatro y seis veces más tráfico del habitual, pero necesitamos que todos lo hagan antes del viernes (cuando se presume que el huracán tocará tierra)", dijo a CNN la alcaldesa de Myrtle Beach, Brenda Bethune.
De otra parte, "Isaac", otro huracán que viaja por el Atlántico pero hacia el Caribe, mantuvo una velocidad de 110 kilómetros por hora. Sin embargo, el NHC registró una leve "pérdida de organización" para el ciclón que podría tocar tierra al final de esta semana.
El Gobierno de Puerto Rico inició los preparativos para enfrentar el "peor de los escenarios" ante el previsible paso del huracán a unos 160 kilómetros al sur de la isla que sufrió el año pasado el devastador cruce del huracán "María", que dejó miles de muertos.
De igual forma, las autoridades nicaragüenses comenzaron a vigilar el comportamiento de "Isaac", que podría afectar con lluvias e inundaciones las regiones sur y oriental del país centroamericano.
El trío de huracanes activos en el Atlántico lo completa "Helene", que hoy puso rumbo al noreste sin representar un peligro para alguna costa.
La actual temporada de huracanes, que terminará en noviembre, ha tenido además a "Gordon", "Ernesto", "Alberto", "Debby", "Beryl" y "Chris". Las dos últimas también fueron huracanes con vientos de más de 118 kilómetros por hora.
Los expertos pronosticaron para este año una temporada en el Atlántico de actividad casi normal con un total de nueve a 13 tormentas con nombre, menor que la de 2017, que tuvo 18 tormentas identificadas y cuatro huracanes mayores, entre ellos los devastadores "Harvey", "Irma" y "María".