Evo Morales, denunciado por el gobierno boliviano, acusó a "agentes del Estado" de intentar asesinarlo
El ex presidente boliviano, quien está enfrentado abiertamente al actual mandatario de su país, Luis Arce, denunció ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos que "fue un operativo combinado con las fuerzas militares y policiales" el que ametralló su vehículo. El gobierno nacional, a su vez, lo acusa a él de querer "desestabilizar el orden democrático".
Evo Morales, denunciado por el gobierno boliviano, acusó a "agentes del Estado" de intentar asesinarlo
Evo Morales, ex presidente de Bolivia, denunció este domingo que "agentes del Estado" boliviano intentaron asesinarlo en un ataque a tiros contra su vehículo que hirió a su chofer en Cochabamba (centro) y comunicó el episodio a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). "Denuncio de manera urgente" ante la CIDH "que agentes de élite del Estado Boliviano atentaron contra mi vida el día de hoy (domingo)", informó Morales en la red social X.
Su revelación se produjo horas después de denunciar que su vehículo había sido atacado con "14 disparos", cuando se trasladaba a su programa semanal de radio. El atentado ocurrió "mientras el gobierno reactiva operaciones conjuntas entre fuerzas policiales, militares y paramilitares para dirigir la represión y atentar contra la vida de hermanas y hermanos en los puntos de bloqueo y protesta social", dijo más temprano Morales a la radio de los cocaleros Kawsachun Coca, ubicada en la región del Chapare.
"Lucho (el presidente Luis Arce) ha destruido Bolivia y ahora quiere eliminar nuestro proceso acabando con la vida de Evo. Vamos a ver cómo nos preparamos (...). Está en marcha un estado de sitio", agregó el líder cocalero, que traba una disputa con el gobierno de su ex aliado Luis Arce, por la candidatura presidencial oficialista. El presidente Arce respondió desde X que ha instruido "una inmediata y minuciosa investigación para esclarecer el hecho".
Lógico respaldo de antiguos aliados
Como es lógico esperar, gobiernos como los de Venezuela o Cuba, así como el Grupo de Puebla -antiguos aliados de Morales cuando este ejercía la presidencia en Bolivia-, repudiaron el atentado. "Venezuela repudia el atentado perpetrado contra el ex presidente Evo Morales. Este aborrecible hecho constituye un acto de violencia fascista que busca inocular la violencia y el odio político en la sociedad boliviana", señaló la Cancillería venezolana en un comunicado publicado en Telegram.
"Rechazamos el intento de asesinato del hermano Evo Morales, expresidente de Bolivia, cobarde agresión a la paz y la estabilidad", escribió el canciller cubano, Bruno Rodríguez, en la red social X. Fue el mismo canal elegido por el Grupo de Puebla para rechazar "enérgicamente el intento de magnicidio contra el expresidente del Estado Plurinacional de Bolivia.
"Esperamos que la investigación promovida desde el gobierno nos permita conocer la verdad sobre este trágico hecho", añade. La dirección nacional del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), que lidera Morales, emitió un comunicado en el que responsabiliza por lo sucedido al presidente Arce, y a los ministros de Gobierno, Eduardo del Castillo, y de Defensa, Edmundo Novillo.
"Su conducta constituye una seria amenaza"
Por su parte, la Cancillería de Bolivia denunció que el ex presidente Morales busca cortar el orden democrático del país con las protestas que este sábado cumplen 13 días, algo que también afectaría la estabilidad de la región suramericana. "Bolivia denuncia ante la comunidad internacional que están en curso una serie de acciones desestabilizadoras en nuestro país, lideradas por el ex presidente Evo Morales Ayma, con las que pretenden interrumpir el orden democrático", señaló el Ministerio de Exteriores en un comunicado.
Evo Morales, ex presidente de Bolivia. Crédito: Patricia Pinto/Reuters
También alertó que la conducta de Morales "constituye en una seria amenaza no solo para Bolivia, sino también para la estabilidad y la seguridad en nuestra región". Los seguidores de Morales mantienen un bloqueo indefinido de caminos para exigir al Gobierno de Luis Arce que retire los procesos judiciales por trata de personas y estupro contra el también líder del oficialista Movimiento al Socialismo (MAS), puesto que consideran que forma parte de una persecución política en su contra.
Paralelamente, piden soluciones al encarecimiento de alimentos, la falta de dólares, la irregular provisión de combustibles y respeto a un congreso del MAS que en 2023 declaró a Morales "candidato único" para las elecciones del próximo año. Al respecto, la Cancillería mencionó que el gobierno "ha demostrado en reiteradas oportunidades su voluntad de diálogo" y alertó que detrás de las protestas "existen intereses personales" de Morales para manipular la Justicia y buscar su impunidad.