La organización humanitaria Amnistía Internacional (AI) solicitó que todos los gobiernos apoyen el proyecto que busca liberar las patentes de las vacunas contra el coronavirus debatido en la Organización Mundial del Comercio, luego del respaldo a la iniciativa anunciado el miércoles por el gobierno de Estados Unidos.
"Tras las fuertes señales de varios países a favor de abrir el debate hacia la liberación de las patentes, celebramos que por fin las voces de quienes luchamos por un mundo más justo hayan sido escuchadas", afirmó la directora ejecutiva de AI en la Argentina, Mariela Belski.
"Es urgente despertar hacia una nueva realidad política; ahora, que todos los gobiernos pongan en primer lugar la salud y los derechos humanos, por encima del beneficio privado de un grupo de empresas", agregó la dirigente en un comunicado de prensa. En el segundo año de la pandemia, la iniciativa busca suspender una serie de derechos de propiedad intelectual que ponen trabas al desarrollo y la producción de más dosis a un menor precio.
Tras el anuncio del gobierno del presidente demócrata Joe Biden, este jueves manifestaron su apoyo al proyecto los mandatarios de Francia y España, Emmanuel Macron y Pedro Sánchez, así como los gobiernos de Rusia e Irlanda.
Asimismo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, sostuvo que la Unión Europea "está lista" para debatir la posible exención de protecciones de la propiedad intelectual para las vacunas. En octubre de 2020, India y Sudáfrica solicitaron una exención que permitiera a los países no conceder ni hacer respetar patentes u otros derechos de propiedad intelectual relacionados con productos para combatir el coronavirus, hasta que se alcanzara la inmunidad de rebaño mundial.
Entonces, un número considerable de países de ingresos bajos y medio-bajos apoyaron la propuesta, pero la mayoría de las naciones de ingresos altos se opusieron. Un acuerdo hubiera permitido suspender la implementación, aplicación y ejecución inmediata de ciertos derechos de propiedad intelectual, como las patentes sobre productos farmacéuticos, y habría facilitado el desarrollo y la producción de una cantidad mayor y a precio más bajo de pruebas diagnósticas, tratamientos y vacunas para enfrentar la pandemia.
Las normas internacionales de derechos humanos y las normas comerciales dejan claro que la protección de la propiedad intelectual nunca debe aplicarse a expensas de la salud pública.