La expresidenta boliviana Jeanine Áñez, a través de un pronunciamiento público leído este jueves por su equipo de abogados, negó de manera enfática haber sostenido alguna reunión personal con el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
La exmandataria expresa sus “serias dudas” sobre la veracidad de la noticia difundida por un periódico argentino.
La expresidenta boliviana Jeanine Áñez, a través de un pronunciamiento público leído este jueves por su equipo de abogados, negó de manera enfática haber sostenido alguna reunión personal con el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
“La expresidenta ha solicitado que la defensa exprese enfáticamente que jamás sostuvo una reunión personal con el señor Jair Bolsonaro y menos utilizando el avión presidencial para generar acciones que atenten a la seguridad interna de nuestro Estado (…) ni antes ni durante el periodo de su mandato presidencial”, cita el documento.
Esta aclaración surge después de que el periódico argentino Página 12 asegurara que “Bolsonaro reconoció haberse reunido con la expresidenta boliviana confirmando las sospechas sobre el apoyo brasileño al golpe que derrocó al mandatario Evo Morales” durante la crisis de 2019.
Tras la difusión de esa información, incluso el fiscal general del Estado de Bolivia, Juan Lanchipa, anunció que “se va a dar inicio a la investigación formal para establecer estos viajes (secretos) que no están autorizados y no están enmarcados en la normativa nacional”.
Entretanto, Áñez también expresó sus “serias dudas” sobre la veracidad de la noticia difundida por el medio argentino porque, según el documento, “allí se señala que una supuesta diplomática boliviana (la cual pide además ‘anonimato’) habría contado a ese periódico haber visto un video en YouTube donde el presidente Bolsonaro indicaría haberse reunido secretamente con la expresidenta Áñez; video que, por cierto, dataría de hace varios meses y que actualmente estaría eliminado”.
En consecuencia, la defensa de Áñez “asume que estas nuevas investigaciones anunciadas contra la expresidenta Áñez sencillamente tendrían por objeto generar elementos para asegurar su condena” por el supuesto golpe de Estado de 2019, “que en más de 10 meses de proceso no ha sido demostrado”.
“De hecho, el proceso abierto por el Ministerio Público y Gobierno en marzo de 2021 contra la expresidenta, por supuesto golpe de Estado y bajo incomprensibles delitos de sedición y terrorismo, no han logrado generar prueba alguna; razón por la cual han desdoblado el mismo bajo la misma narrativa (aunque) cambiando solamente los delitos hacia resoluciones contrarias a la Constitución y a las leyes, e incumplimiento de deberes”, sostiene otro párrafo del documento.
En criterio de la defensa de Áñez, con ese tipo de acciones, solo se está violando el principio universal de que nadie puede ser procesado y condenado dos veces por el mismo hecho.
Durante la crisis de 2019, Morales renunció a la presidencia el 10 de noviembre de ese año acorralado por denuncias de presunto fraude electoral, un motín policial y una “sugerencia” de las Fuerzas Armadas para que dimitiera.
Dos días después, asumió el mando del país la entonces segunda vicepresidenta del Senado, Jeanine Áñez, mediante un cuestionado proceso de transición y está detenida de manera preventiva desde marzo de 2021.