Olena Kushnir, sargento mayor y médica de la Guardia Nacional ucraniana, murió el último fin de semana. Ella era una de las cien mujeres que estaban combatiendo en la guerra con Rusia y falleció el domingo de Pascuas en Mariupol.
La sargento Kushnir no solo se dedicaba al combate sino que además curaba a soldados, compañeros y a civiles que se encontraban en la ciudad asediada por el ejército ruso.
Olena Kushnir, sargento mayor y médica de la Guardia Nacional ucraniana, murió el último fin de semana. Ella era una de las cien mujeres que estaban combatiendo en la guerra con Rusia y falleció el domingo de Pascuas en Mariupol.
“Son un puñado de cien soldados que permanecen en Mariupol sin agua, alimento ni la garantía de una higiene básica ni supervivencia”, contó días atrás la periodista ucraniana Tetyana Danylenko en referencia a las combatientes.
La sargento Kushnir no solo se dedicaba al combate sino que además curaba a soldados, compañeros y a civiles que se encontraban en la ciudad asediada por el ejército ruso.
La agencia de noticias italiana ANSA precisó que las mujeres operan en condiciones desastrosas, transformando los refugios en hospitales improvisados, a veces junto a sus hijos.
Ese es el caso de la periodista Olga Tokariuk que cubre la guerra junto a su hija Alisa de cuatro años. En un video que circula en las redes sociales, se puede ver a Alisa saludando a su abuela desde un búnker.
Olena, por su parte, logró poner a salvo a su hijo pequeño a través de uno de los pocos y frágiles corredores humanitarios que funcionaron desde Mariupol.
Ella había perdido a su marido en los primeros días de la invasión rusa y por eso se quedó a combatir. “No me compadezcan, soy una médica, una combatiente, soy ucraniana y cumplo con mi deber”, le dijo a una amiga pocos días antes de morir en un chat que se conoció este lunes.
“Estoy en el infierno, pero está bien así”, escribió a comienzos de marzo en Facebook. Su último post es sobre Mariupol. “Mi ciudad ha muerto. Siempre y para siempre”, escribió el 10 de abril.