Japón sigue buscando una solución para la menguante familia imperial. Tras descartar la posibilidad de que las princesas tengan derechos sucesorios, ahora el Gobierno japonés baraja la posibilidad de que los miembros de la familia adopten hijos varones que aumenten la línea de sucesió. Hijos, eso sí, que hayan nacido en el seno de alguna de las 11 ramas colaterales de la familia imperial, vetadas desde hace años del trono del Crisantemos por la ley.
Aunque no hay nada confirmado, los medios japoneses apuntan a que la medida estaría pensada para que el tío del emperador Naruhito, el príncipe Masahito de Hakachi, adopte un heredero con su esposa, Hanako de Hitachi, con quien no ha tenido descendientes que engrosen la escasísima línea de sucesión al trono.
El príncipe Hitachi tiene 85 años y ocupa el último lugar en la línea de sucesión, donde le preceden solamente el hermano y el sobrino del emperador, el príncipe heredero Akishino y el príncipe Hisahito. En el caso de que este último solo tenga hijas como ha ocurrido con el actual emperador, la línea de sucesión al trono de Japón podría agotarse, un problema que hace algunos años llevó al Gobierno a crear un panel de discusión que estudiase cómo ampliar el número de miembros de una familia imperial en la que las mujeres son la mayoría.
Según fuentes de la agencia de noticias japonesa Kyodo News, el Gobierno también ha puesto sobre la mesa la posibilidad de que las princesas que se casan con hombres plebeyos no pierdan su estatus como ocurre hasta ahora como consecuencia de la idea de que sus hijos nacen sin el cromosoma Y del emperador Jimmu, fundador de la familia imperial. El cambio de esta regla permitiría que tanto los descendientes varones de la hija del emperador Naruhito, la princesa Aiko, como los de sus sobrinas, la princesa Mako y la princesa Kako, formen parte de la la línea de sucesión al trono independientemente de que ellas se casen con plebeyos, como sin ir más lejos está previsto que haga a lo largo de este mismo año Mako, comprometida con Kei Komuro.
“A menos que aseguremos un cierto número de miembros de la familia imperial de esta manera, no seremos capaces de tener un número suficientes de royals que apoye al príncipe Hisahito’, cita Kyodo News a una fuente del Gobierno de Japón. El príncipe Hisahito cumplió ayer 15 años y, al menos por el momento, representa la única esperanza de futuro de la familia imperial japonesa, ya que de los 18 miembros oficilales con que cuenta actualmente, 13 son mujereres y cuatro de los cinco varones tienen entre 55 y 87 años de edad.
Al anunciar hace años el Gobierno la constitución del referido panel de expertos, varios miembros de la oposición defendieron la posibilidad de incluir a las mujeres de la familia imperial en la línea de sucesión. O lo que es lo mismo, de permitir que la princesa Aiko sea emperatriz de Japón. Es una opción que en las encuestas realizadas cuenta con el respaldo de una amplia mayoría de la sociedad japonesa, pero que recientemente ha vetado el Gobierno, liderado por el conservador Yoshihide Suga.