Stephen Hahn le dijo a las cadenas de noticias estadounidenses CNN y ABC que “no va a entrar en quién tiene la razón y quién está equivocado”, pero que los datos del gobierno muestran claramente que “este es un problema grave”.
Stephen Hahn le dijo a las cadenas de noticias estadounidenses CNN y ABC que “no va a entrar en quién tiene la razón y quién está equivocado”, pero que los datos del gobierno muestran claramente que “este es un problema grave”.
Trump intentó minimizar, el día de la Independencia estadounidense, el reciente aumento de casos de Covid-19 en el país, el mayor repunte de la pandemia en el país después de dos meses.
“Les hicimos pruebas a casi 40 millones de personas. Al realizarlo, mostramos casos -el 99% de los cuales son totalmente inofensivos- y resultados que ningún otro país puede mostrar porque ningún otro país tiene la cantidad de pruebas que nosotros tenemos”, aseguró el mandatario en un comentario en la Casa Blanca.
Hahn respondió que “todo caso es trágico” y agregó que para detener la ola de casos crecientes, las personas deben mantener el distanciamiento social y usar una máscara, luego de que Trump celebrara ayer el 4 de julio con un despliegue de fuegos artificiales en el National Mall de Washington y congregara a miles de personas, ignorando las recomendaciones de funcionarios de la salud de evitar los festejos masivos.
Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS), especificó que si bien la tasa de mortalidad en el mundo es menor al 1%, aproximadamente el 20% de los diagnosticados con Covid-19 progresan a enfermedades graves, como neumonía e insuficiencia respiratoria, mientras que aquellos con síntomas leves o sin síntomas podrían transmitir el virus a otros.
Estados Unidos es el país más afectado por la pandemia, con más de 2,8 millones de infectados y casi 130.000 muertos, aunque los expertos dicen que el número real de víctimas de la pandemia es significativamente mayor, debido a que las personas que murieron antes de hacerse la prueba y se perdieron los casos leves.
Por primera vez en los últimos 4 días registró menos de 50.000 casos, según un recuento de la Universidad Johns Hopkins, pero los expertos temen que las celebraciones por el Día de la Independencia actúen como combustible para el brote creciente en la nación.
Fuertes críticas
Mientras Nueva York, el otrora epicentro de la enfermedad en el país, viene en claro descenso, los casos aumentaron exponencialmente en otros estados.
En Texas, donde los contagios de coronavirus van en franco aumento, el alcalde de Austin, el demócrata Steve Adler, calificó los comentario de Trump de “peligrosos” e “incorrectos” e instó a la población a escuchar a los funcionarios locales para obtener orientación sobre seguridad pública en lugar de escuchar el “mensaje ambiguo de Washington”.
Gran parte del estado comenzó a ordenar el viernes cubrirse la cara por orden del gobernador Greg Abbott, con una multa de 250 dólares a quienes no lleven mascarilla.En consonancia con la postura de Adler, la alcaldesa de Phoenix, Arizona, Kate Gallego, criticó los mensajes públicos de la Casa Blanca.
Después de la reciente visita del presidente a la capital de Arizona, Gallego señaló que mientras se instaba a las personas a quedarse en casa y evitar reuniones de más de 10 personas, Trump celebró grandes eventos y no solo se negó a usar una máscara, sino que no era requerida para el evento, consignó la cadena CNN.
Arizona fue uno de los primeros estados en reabrir y uno de los últimos en implementar la orden de quedarse en casa, lo que -según Gallego- llevó a una explosión de casos.
En Florida, a una semana de que el primero de las parques temáticos de Walt Disney World reabra, tres bomberos del gobierno privado del complejo dieron positivo, yse ssuman a diez más en el Distrito de Mejoramiento de Reedy Creek que ya están en cuarentena.
Los bomberos dijeron que el gobierno privado de Disney hizo un mal trabajo al comunicar sus políticas relacionadas con el coronavirus e informar a otros sobre sus colegas enfermos.
"Los borrachos no respetan la distancia social”
Los borrachos no pueden distanciarse socialmente, advirtió un oficial de policía del Reino Unido después de que el país diera un nuevo paso hacia la reactivación económica y permitiera a partir de anoche la reapertrua de bares, restaurantes, hoteles y otros negocios tras más de tres meses cerrados como medida para mitigar la propagación del coronavirus.
“Es claro como el agua que los borrachos no respetan la distancia social”, publicó en la red social Twitter el presidente de la Federación de la Policía, John Apter, a primera hora de la mañana, luego de haber pasado la primera noche de reapertura de pubs con calles atestadas de personas sin barbijos ni otra normativa de bioseguridad.
Tras esta advertencia, el país registró el domingo 22 nuevas muertes y 516 infectados, lo que confirma el descenso de la curva de contagios y fallecidos utilizado por el Gobierno como el principal argumento para avanzar en la reapertura.
En total, Reino Unido ya suma casi 287.000 infectados y más de 44.300 muertos. En busca de volver a poner en movimiento el consumo y la economía del país, el primer ministro británico, el conservador Boris Johnson, decidió a finales de junio reducir la exigencia de mantener dos metros de distancia entre personas en lugares cerrados a solo un metro, lo que permite aumentar la cantidad de gente dentro de los negocios y otros comercios, al tiempo que pidió a los ciudadanos ser responsables.
Además, ante el regreso de la gente a los bares y restaurantes, el ministro de Economía, Rushi Sunak, llamó a aumentar el consumo para impulsar las finanzas nacionales, pese a que el ministro de Salud, Matt Hancock, urgió a mantener la responsabilidad: “No soy un aguafiestas, pero el virus todavía puede matar”, alertó.
“Nuestra economía está impulsada por el consumo. Hace tres meses, la gente salía con amigos o familia y comía fuera. O compraban un coche, o mejoraban la casa”, dijo Sunak, que urgió a los ciudadanos a “comer fuera de casa y ayudar”‘.