Hace semanas comenzó el alerta sanitario de supervisión por un nuevo virus que se extiende por África, se trata de la fiebre de Marburgo cuya tasa de mortalidad es de entre el 24 y 88 por ciento.
Los dos primeros casos posibles fueron detectados en Ghana.
Hace semanas comenzó el alerta sanitario de supervisión por un nuevo virus que se extiende por África, se trata de la fiebre de Marburgo cuya tasa de mortalidad es de entre el 24 y 88 por ciento.
Los dos primeros casos posibles fueron detectados en Ghana y es un padecimiento similar al ébola aunque jamás había sido detectado. Las muestras fueron analizadas en el Instituto Memorial Noguchi de Investigación Médica para determinar cepas y causantes de la enfermedad. Lamentablemente, los dos pacientes fallecieron por la fiebre de Marburgo.
Hasta ahora no se conoce que los fallecidos hayan tenido una relación entre sí, tenían síntomas como diarrea, fiebre, náuseas y vómitos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), dijo en un comunicado que las autoridades sanitarias ya están investigando la situación y se preparan para un posible brote.
“Estamos trabajando con el país para incrementar la detección, rastrear contactos y estar preparados para la propagación del virus”, dijeron las autoridades sanitarias.
El Ministerio de Salud de Ghana confirmó que los casos fueron detectados el jueves y 34 de los contactos de fallecidos están bajo cuarentena para ser monitoreados.
La fiebre de Marburgo es más mortífera que el virus del ébola y se calcula que en África ha causado la muerte de más de 3 mil 500 personas.
En años anteriores se han registrado casos esporádicos en Kenia, Uganda, Angola, Sudáfrica y la República Democrática del Congo. La enfermedad es causada por un virus que pertenece a la misma familia que el ébola. Causa hemorragias repentinas y puede provocar la muerte.
Su periodo de incubación es de 2 a 21 días. Los murciélagos de fruta son los huéspedes naturales del virus que se transmite a los humanos a través de contacto directo con fluidos como sangre.
La enfermedad fue detectada por primera vez en 1967 en la ciudad alemana de Marburgo, de ahí su nombre, y hasta ahora no hay alguna vacuna o tratamiento.