El tifón Goni, catalogado como súper tifón de categoría 5, avanzaba hacia el norte de Filipinas, donde se aguarda que llegue este domingo por lo que hoy fueron evacuadas cerca de un millón de personas, informaron las autoridades locales.
El tifón Goni, catalogado como súper tifón de categoría 5, avanzaba hacia el norte de Filipinas, donde se aguarda que llegue este domingo por lo que hoy fueron evacuadas cerca de un millón de personas, informaron las autoridades locales.
Con vientos "destructores" de hasta 205 kilómetros por hora y olas de hasta tres metros en las costas, el tifón golpeará la isla de Catanduanes mañana, antes de cruzar a la isla principal de Luzón, advirtieron las autoridades.
Goni llega una semana después de Molave, que golpeó la misma región, causando la muerte de 22 personas e inundando una gran zona agrícola, antes de continuar su ruta hacia Vietnam.
"Parece que nos esperan vientos realmente fuertes, lo que aumenta la posibilidad de inundaciones y deslizamientos de tierra generalizados", advirtió Mark Timbal, vocero de la agencia nacional encargada de la respuesta a las catástrofes naturales, a la televisión local ABS-CBN.
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"Esperamos tormentas y estamos vigilando los volcanes Mayon y Taal por posibles avalanchas de lodo volcánico", agregó el vocero según informó la agencia de noticias AFP.
Ante esta situación "casi un millón" de personas abandonaron sus hogares en la región de Bícol, que incluye la parte sur de Luzón y Catanduanes, informó Ricardo Jalad, jefe de Defensa Civil.
"Los fuertes vientos y las lluvias torrenciales" podrían provocar inundaciones y deslizamientos de tierra en esta región de 20 millones de habitantes, advirtieron los servicios meteorológicos.
En tanto, el vocero de los servicios de defensa civil regionales, Alexis Naz, sostuvo que "la evacuación de las poblaciones amenazadas es aún más complicada este año debido a la Covid-19".
No obstante, las escuelas, cerradas debido a la pandemia, servirán de refugio de emergencia, así como los centros de evacuación administrados por el gobierno y los gimnasios.
Los filipinos se ven afectados cada año por un promedio de una veintena de tormentas tropicales y tifones que destruyen cosechas, casas inestables e infraestructuras, manteniendo a poblaciones enteras en la pobreza permanente.
La peor tormenta de la historia reciente fue en 2013, cuando el tifón Haiyan causó más de 7.300 muertos, sobre todo en la ciudad central de Tacloban, que quedó sumergida por olas gigantes.
Con información de Télam