El Gobierno finlandés logró el apoyo de todos los partidos políticos para construir una valla metálica en los tramos más vulnerables de su frontera con Rusia.
El país responde así al aumento de las tensiones con Moscú, a raíz de la invasión rusa de Ucrania y del proceso de su adhesión a la OTAN.
El Gobierno finlandés logró el apoyo de todos los partidos políticos para construir una valla metálica en los tramos más vulnerables de su frontera con Rusia.
En la tarde del martes, la medida fue propuesta por la Guardia de Fronteras finlandesa y respaldada por todos los grupos parlamentarios durante una reunión consultiva que mantuvo el Ejecutivo con los líderes del resto de partidos políticos.
El proyecto contempla la construcción de una valla metálica de varios metros de altura con concertinas en su parte superior y cámaras de videovigilancias. Tendrá una extensión total de entre 130 y 260 kilómetros, lo que supone entre el 10 y el 20 % de los 1.340 kilómetros de frontera que separan al país de Rusia.
Según la Guardia Fronteriza, la duración de las obra ronda los cuatro años y suponen un desembolso de “varios cientos de millones de euros”.
Todo esto con el objetivo de frenar la inmigración ilegal y la llegada masiva de migrantes.
En una primera etapa, se construirá un tramo de prueba de unos tres kilómetros en la frontera del sureste finlandés, la más transitada por su proximidad con San Petersburgo.
Finlandia, que tiene la frontera con Rusia más larga de la Unión Europea (UE) y la segunda de Europa (después de la de Ucrania), responde así al aumento de las tensiones con Moscú a raíz de la invasión rusa de Ucrania y del proceso de adhesión de Finlandia y Suecia a la OTAN.