El Kremlin lo considera un terrorista y criminal por dirigir organizaciones anticorrupción. Tras sobrevivir a un envenenamiento, fue acusado de malversar fondos
El Kremlin lo considera un terrorista y criminal por dirigir organizaciones anticorrupción. Tras sobrevivir a un envenenamiento, fue acusado de malversar fondos
La fiscalía rusa pidió este martes 13 años de cárcel contra el opositor Alexei Nalvany, enemigo jurado del Kremlin y víctima de la represión de las voces críticas hacia el presidente Vladimir Putin.
Desde el 16 de febrero, Alexei Nalvany, de 45 años, es juzgado en el recinto de la colonia penitenciaria donde se halla, a 100 km al este de Moscú, por acusaciones de “estafa” y “ofensas al tribunal”.
Es en este tribunal improvisado donde la fiscal Nadejda Tijonova pidió otra severa pena contra el opositor que, en 2020, sobrevivió a un envenenamiento del que responsabiliza al Kremlin.
“Pido que se aplique una pena de privación de libertad de 13 años”, dijo la fiscal citada por las agencias de noticias rusas.
Los investigadores lo acusan de haber desviado millones de rublos de donaciones entregadas a sus organizaciones anticorrupción.
Desde febrero de 2021, Alexei Navalny purga ya una pena de dos años y medio de cárcel por otro caso de “fraude” que data de 2014.
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Uno de los aliados en exilio del opositor, Léonid Volkov, reaccionó de inmediato afirmando que la solicitud de la fiscal demuestra que Navalny permanecerá en prisión “hasta que muera, o hasta que muera Vladimir Putin”.
“Es un hombre absolutamente inocente el que es juzgado, porque dice la verdad sobre el régimen criminal de Putin”, afirmó en Twitter Liubov Sobol, otro aliada en exilio de Navalny.
En 2020, el opositor pasó varios meses en convalecencia en Alemania tras haber sobrevivido a un envenenamiento mediante un agente nervioso, del que responsabiliza a Vladimir Putin.
A su retorno a Rusia, el opositor fue detenido en enero de 2021 y juzgado y condenado por una causa por “fraude” que databa de 2014. Esta condena generó una ola de críticas y de sanciones de los países occidentales contra Moscú.
El opositor fue incluido en una lista oficial de “terroristas y extremistas”, en el marco de una campaña de represión hacia voces disidentes que también afectó a sus principales colaboradores, que están exiliados.
Ello generó asimismo una fuerte presión de las autoridades rusas contra varios medios de oposición así como contra ONGs críticas con el poder.
Por otra parte, Alexei Navalny también se ha pronunciado contra la ofensiva del ejército ruso en Ucrania y llamó a sus aliados y a quienes lo apoyan a manifestarse por la paz, pese a los riesgos de detención y de graves acciones judiciales.
Cerca de 15.000 manifestantes pacifistas han sido detenidos durante movilizaciones en varias ciudades del país, según la ONG especializada OVD-Info.
Desde el inicio de la ofensiva en Ucrania, el poder ruso ha hecho votar dos leyes en las que se prevén severas penas de prisión para quienes denuncien el conflicto.