Estar en el momento justo y en el lugar indicado puede dejar a una persona en la historia. Y esta es la historia paralela a la gran historia. Se trata de la fotografía tomada por Ciro Fusco, el pasado 11 de marzo, en el ingreso de los cardenales al cónclave papal.
Fusco gatilló en el momento en que el cardenal argentino Jorge Bergoglio sonreía en su ingreso al cónclave. Fue la última imagen pública del sacerdote antes de haber sido elegido papa.
Allegados al ahora papa Francisco contaron ayer que en la despedida de Buenos Aires Bergoglio les dijo: "Recen para que vuelva", como si supiera cuál era su destino. ¿Será "el secreto de su sonrisa"?