Un millón de personas pidieron cita para vacunarse en Francia en las últimas horas, lo que constituye un récord absoluto, luego de que el presidente del país, Emmanuel Macron, anunciara la obligación de la inmunización para el personal sanitario y para realizar muchas actividades a partir de las próximas semanas.
El ministro de Salud francés, Olivier Véran, aplaudió este martes esa reacción masiva en una entrevista al canal BFMTV en la que dijo que un millón de personas se conectaron durante la noche a las diferentes plataformas de concertación de citas de vacunación para solicitar una.
Tenés que leerLa variante Delta provoca un serio rebrote de casos, incluso en países que tenían la pandemia bajo control “Eso significa miles de vidas salvadas”, afirmó el ministro, que justificó la extensión del certificado sanitario para poder asistir a todo tipo de actividades culturales (incluido el cine y el teatro) a partir del 21 de julio y luego en agosto para muchas acciones de la vida cotidiana, como acudir a centros comerciales, bares y restaurantes o viajar en tren.
Véran insistió en que la razón para generalizar el certificado sanitario en actividades de la vida cotidiana es para no “volver a confinar el país” ante la amenaza que plantea la expansión de la variante delta del coronavirus.
Macron indicó que el personal sanitario, los empleados de residencias y otros profesionales que trabajan con personas vulnerables deberán estar vacunados antes del 15 de septiembre para poder seguir trabajando.
Tenés que leerCovid-19: mientras Delta tiene al mundo en vilo, asoma la variante EpsilonVéran confirmó que a partir de esa fecha habrá controles y si las personas concernidas por la obligación no tienen la pauta de vacunación podrán ser objeto de una suspensión de empleo y sueldo.
Si persisten en su negativa a vacunarse, la sanción podrá llegar al despido.
En la práctica, la obligación de vacunarse -aunque no se impondrá con una ley, como para el personal sanitario- también se extenderá a los empleados de empresas u organizaciones en las que se exija al público el certificado sanitario. Eso incluye a los que trabajan en bares, restaurantes, cines o teatros.