El presidente de Francia, Emmanuel Macron, afirmó este sábado en París que sigue buscando "una minoría de bloqueo" dentro de la Unión Europea contra el acuerdo comercial con el Mercosur.
El presidente francés estima que favorecerá la entrada de productos mucho más competitivos en términos de precios porque en Sudamérica no existen las mismas reglas medioambientales y sanitarias como en Francia.
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, afirmó este sábado en París que sigue buscando "una minoría de bloqueo" dentro de la Unión Europea contra el acuerdo comercial con el Mercosur.
Francia, que lidera los países europeos que se oponen al acuerdo, lo considera "inaceptable", al estimar que los agricultores del bloque sudamericano deben respetar las normas ambientales y sanitarias en vigor en la UE para evitar una eventual competencia desleal.
"Nuestros agricultores no pueden ser la variable de ajuste del poder adquisitivo (...) ni la variable de ajuste de los acuerdos agrícolas", dijo el presidente francés antes de inaugurar el Salón anual de la agricultura en París.
"Por eso, también nos opusimos al Mercosur tal como fue firmado", declaró Macron, al referirse al tratado comercial.
El acuerdo para liberalizar el comercio entre la UE y cuatro países sudamericanos -Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay- fue firmado el 6 de diciembre de 2024, pero aún debe ser ratificado antes de su entrada en vigor.
"Tal cual fue firmado es un mal texto. Y por eso haremos todo lo posible para que no siga su camino, para proteger la soberanía alimentaria francesa y europea", insistió Macron.
"No hay nada que diga que mañana los alimentos no se convertirán en un arma, así que nuestra responsabilidad es producir en nuestro propio suelo lo que necesitamos para alimentarnos y alimentar a nuestros hijos", sostuvo.
Para ser ratificado, este acuerdo de libre comercio debe obtener la aprobación de al menos 15 Estados miembros que representen el 65% de la población de la UE, y luego conseguir la mayoría en el Parlamento Europeo.
Creado en 1991, el Mercado Común del Sur (Mercosur), reúne a Brasil, Argentina, Uruguay, Paraguay y, desde 2023, Bolivia, que no está concernido por el acuerdo. Venezuela se adhirió al bloque en 2012 pero su membresía fue suspendida en 2016.
Ya se trate de política migratoria o de balanza comercial, cuando el presidente Donald Trump quiere hacer valer los intereses económicos de Estados Unidos, recurre a los aranceles.
En juego están aranceles del 25 por ciento sobre las importaciones de los países vecinos Canadá y México. Trump también ha amenazado con medidas similares contra Europa.
En Europa y América Latina existe ahora una mayor concientazación sobre la necesidad de responder a los desafíos geopolíticos con más cooperación.
Hace algunos días, el canciller uruguayo, Omar Paganini, pidió en Bruselas la ratificación del acuerdo de libre comercio Unión Europea-Mercosur para enviar "una señal contundente al mundo" ante las medidas proteccionistas de Trump.
A fines de diciembre, la Unión Europea y la alianza comercial Mercosur declararon como confirmado el acuerdo de libre comercio, luego de más de dos décadas de negociaciones.
De ratificarse, el trato crearía una zona comercial que comprendería a los 27 Estados miembros de la Unión Europea y a cuatro Estados sudamericanos: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay.
Juntos abarcan más de 700 millones de habitantes y un Producto Interno Bruto (PIB) de alrededor de 22 billones de dólares estadounidenses. El acuerdo de libre comercio aún no se aplica a Bolivia, que se unió al Mercosur recién el año pasado.
Protesta en Berlín contra el pacto UE-Mercosur. Un cartel dice: "UE-Mercosur significa: más carne barata".Protesta en Berlín contra el pacto UE-Mercosur. Un cartel dice: "UE-Mercosur significa: más carne barata".
Protesta en Berlín contra el pacto UE-Mercosur: manifestantes frente a la embajada de Brasil. El cartel reza: "UE-Mercosur significa: más carne barata".Imagen: Annette Riedl/dpa/picture alliance
La política arancelaria de Donald Trump también ha provocado malestar en América Latina, señala Vladimir Rouwinski, del Centro de Investigación de la Universidad Icesi, en Cali (Colombia), en entrevista con DW.
"Es una especie de terapia de choque con amenazas arancelarias la que Trump está tratando de aplicar. No les da mucho margen de maniobra a los Gobiernos latinoamericanos, y estos se sienten presionados".
Un elemento de esta política es, entre otras cosas, la presión temporal con la que Trump confronta a los países. En este contexto, Europa ofrece una oportunidad única para América Latina, asegura Rouvinski.
El economista y empresario germano-brasileño Ingo Plöger ve grandes ventajas para ambas partes en el acuerdo entre Mercosur y la UE, que califica de "gran oportunidad": "Se trata de ampliar lo acordado, en interés estratégico tanto de la Unión Europea como del Mercosur", dice a DW.
Sin embargo, el economista brasileño, autor y comentarista de CNN Gilvan Bueno advierte en entrevista con DW que no hay que tener demasiadas esperanzas en una rápida cooperación entre Europa y América del Sur.
Después de todo, la UE y el Mercosur tardaron veinte años en negociar el acuerdo. "Esto nos demuestra que la alianza comercial entre Europa y Sudamérica no se concretará tan rápidamente. Hemos visto que hay muchos obstáculos", dice Bueno.
Por un lado, el proceso de ratificación aún no ha concluido y, por otro, existe la resistencia de los agricultores de Francia y de los países del sur de Europa, que deben prepararse para competir con la altamente eficiente industria agrícola brasileña.
Esto, a su vez, revela por qué Europa ha perdido poder económico, Estados Unidos se ha convertido en una potencia, y China ha podido crecer tan rápidamente. "China puede llegar a acuerdos más rápidamente y Estados Unidos tiene una moneda dominante", resume Bueno.
A pesar de todas las oportunidades que ofrece el acuerdo de libre comercio UE-Mercosur a medio plazo, llega demasiado tarde para compensar las actuales disputas aduaneras entre EE. UU. y el resto del mundo. No se espera que el tratado entre en vigor hasta, como mínimo, 2026.