Francia levanta este miércoles una serie de restricciones que estaban en vigor desde el mes de diciembre por la quinta ola de coronavirus protagonizada por ómicron, como la mascarilla en espacios exteriores, que deja de ser obligatoria.
En esta primera etapa el gobierno dijo que también dejan de ser obligtorios el teletrabajo y los límites de los aforos para los espectáculos, reuniones públicas o acontecimientos deportivos.
Francia levanta este miércoles una serie de restricciones que estaban en vigor desde el mes de diciembre por la quinta ola de coronavirus protagonizada por ómicron, como la mascarilla en espacios exteriores, que deja de ser obligatoria.
El presidente francés, Emmanuel Macron, explica en una entrevista al diario La Voix du Nord, que esta primera etapa de levantamiento de restricciones coincide con las previsiones sobre la evolución de la epidemia que había hecho su Gobierno, ya que se constata que “desde hace varios días tenemos una baja de la tasa de incidencia”.
Junto al fin de la mascarilla en la calle, también deja de ser obligatorio el teletrabajo para los empleos donde era posible, aunque el Ejecutivo sigue recomendándolo. Desde finales de diciembre era imperativo al menos tres días a la semana.
El Gobierno recuerda en su página web que hay que seguir llevando mascarilla en el exterior cuando no se puede mantener una distancia de un metro con otras personas y que hay que continuar cumpliendo con otras medidas como lavarse las manos regularmente o airear regularmente los espacios cerrados.
Otro de los cambios que entran en vigor este miércoles es que dejan de estar limitados los aforos para los espectáculos, reuniones públicas o acontecimientos deportivos, que eran de 2.000 personas en salas o pabellones cerrados y 5.000 en estadios.
No obstante, en su interior habrá que continuar llevando mascarilla y en muchos casos se exigirá para entrar el certificado de vacunación (no solo el pasaporte sanitario que se puede validar con un test).
Macron insiste en que la próxima fase de levantamiento de más restricciones, programada a partir del 16 de febrero, está condicionada a las “cifras” de la epidemia, aunque “todo induce a pensar” que será posible.
En caso de que sea así, desde entonces podrán reabrir las discotecas, clausuradas desde el 10 de diciembre, se podrán volver a organizar conciertos en los que el público esté de pie y también se podrá consumir en las barras de los bares y de los restaurantes.
Si de nuevo las condiciones sanitarias lo permiten, a la vuelta de las vacaciones escolares de febrero se relajará el protocolo sanitario de los centros escolares. Esa cuestión se aborda esta mañana en un Consejo de Defensa Sanitario presidido por Macron.
El ritmo de contagios en Francia continúa siendo elevado aunque haya empezado a descender en los últimos días. Este martes se comunicaron 416.896 en 24 horas, pero hay que tener en cuenta que como los fines de semana se hacen menos test, los positivos se acumulan después.
En cuanto a los hospitales, había ayer 32.894 pacientes ingresados por covid, un ligero aumento frente a los 32.374 del lunes. No obstante, el número de ingresos diarios en la uci se ha estabilizado, reflejando que la variante ómicron, a pesar de ser muy contagiosa, provoca casos menos graves.
Además, había 3.751 personas en la uci, bastante lejos del récord de los más de 7.100 de la primera oleada en abril de 2020.
NO MÁS RESTRICCIONES EN NORUEGA
Noruega levanta a partir de este miércoles la mayor parte de las restricciones impuestas por la pandemia de coronavirus, ante la menor gravedad de la variante ómicron y el alto índice de población vacunada.
Los bares y restaurantes podrán vender alcohol también después de las 23 horas, desaparecen las limitaciones de aforo en eventos públicos y las restricciones en los centros de enseñanza y ya no será necesario el teletrabajo.
Hasta el 17 de febrero será obligatorio no obstante el uso de mascarillas en interiores cuando no se pueda guardar la distancia de seguridad de un metro y estarán vigentes otras recomendaciones.
”Resumiendo, pasamos de reglas detalladas al metro de distancia, la mascarilla y el sentido común”, ha resumido la ministra de Sanidad noruega, Ingvild Kjerkol.
Noruega es uno de los países menos afectados por la pandemia en Europa, con 1.440 muertos, lo que equivale a una tasa de mortalidad de 26,93 por cada 100.000 habitantes, la mitad que Dinamarca, cinco veces menos que Suecia y siete menos que España.
El 90,9 % de la población mayor de 18 años ha recibido la pauta completa de la vacuna.