Viernes 3.1.2020
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"Cada intervención de diagnóstico, preventiva, terapéutica, de investigación, cada tratamiento o rehabilitación se dirige a la persona enferma, donde el sustantivo persona siempre está antes del adjetivo enferma", planteó el pontífice en un mensaje dirigido a los agentes sanitarios en ocasión de la celebración de la vigésimo octava Jornada Mundial del Enfermo que se celebrará el 11 de febrero.
Durante el mensaje divulgado por el Vaticano, Jorge Bergoglio agregó: "Por lo tanto, que su acción tenga constantemente presente la dignidad y la vida de la persona, sin ceder a actos que lleven a la eutanasia, al suicidio asistido o a poner fin a la vida, ni siquiera cuando el estado de la enfermedad sea irreversible".
"En la experiencia del límite y del posible fracaso de la ciencia médica frente a casos clínicos cada vez más problemáticos y a diagnósticos infaustos, estáis llamados a abriros a la dimensión trascendente, que puede daros el sentido pleno de su profesión", añadió.
Asimismo, el Papa aseveró que "la vida debe ser acogida, tutelada, respetada y servida desde que surge hasta que termina: lo requieren simultáneamente tanto la razón como la fe en Dios, autor de la vida".
"En ciertos casos, la objeción de conciencia es para ustedes una elección necesaria para ser coherentes con este sí a la vida y a la persona", según enfatizó antes de animarlos a cuidar de la persona enferma "con gestos y procedimientos que le den alivio y consuelo", le dijo el Santo Padre a los agentes sanitarios.