El enviado de EEUU en Israel sigue las conversaciones para alcanzar una tregua en Gaza
Para intentar salir del impasse imperante en las discusiones, Brett McGurk -consejero del presidente estadounidense Joe Biden para Medio Oriente-, recaló en las últimas horas en Tel Aviv, tras haber participado de las reuniones de El Cairo.
La operación militar de las FDI en Gaza, llamada inicialmente "Represalia contra Hamás", ha convertido al territorio gazatí en una gigantesca pila de escombros, con la consecuente cantidad de muertos, heridos y desplazados.
Jueves 22.2.2024
22:42
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Los mediadores internacionales continúan sus esfuerzos por acordar una tregua en la Franja de Gaza entre el grupo extremista palestino Hamás y el gobierno de Israel, que en la víspera volvió a bombardear la superpoblada ciudad de Rafah, última del enclave que no ha sido invadida por tropas terrestres y donde se refugian aproximadamente 1,4 millones de palestinos. Para intentar salir del impasse en las discusiones, el consejero del presidente estadounidense Joe Biden para Medio Oriente, Brett McGurk, estuvo en Israel luego de su visita de la semana pasada a Egipto.
Israel y Hamás mantienen conversaciones de forma indirecta, a través de la mediación de Estados Unidos, Qatar y Egipto, para negociar un nuevo cese del fuego que permita el intercambio de rehenes israelíes por presos palestinos, tal como el que alcanzaron durante siete días a fines de noviembre del año pasado. La semana pasada, los negociadores mantuvieron reuniones en El Cairo a las que asistieron el jefe de la CIA (la central de inteligencia de EE.UU.), William Burns, y el jefe de la agencia de espionaje israelí Mossad, David Barnea.
Una delegación de Hamás, que incluyó al jefe del Buró Político del grupo, el multimillonario contrabandista Ismail Haniyah (su hijo concentraba el grueso de las actividades comerciales clandestinas en Gaza antes de que estallara la etapa actual del conflicto), también estuvo en la capital egipcia. Sin embargo, este impulso a una nueva tregua por el momento no prosperó.
En ese contexto, McGurk se reunió ahora con el ministro de Defensa, Yoav Gallant. "Ampliaremos la autoridad otorgada a nuestros negociadores para la liberación de rehenes. Al mismo tiempo, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) están preparando la continuación de intensas operaciones terrestres" en Gaza, citó a Gallant un comunicado de su oficina.
Israel tenía previsto definir por estas horas si enviaba o no un equipo de negociación a París para una nueva ronda de conversaciones durante el fin de semana, según dijo un funcionario israelí al diario The Times of Israel, a medida que los informes señalaban una mayor flexibilidad de las condiciones de Hamás, las que inicialmente Tel Aviv calificó como "disparatadas". El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, también tenía previsto reunirse con McGurk este jueves por la tarde para tratar las negociaciones. Más tarde, por la noche, se reuniría el gabinete de guerra, seguido del gabinete de seguridad nacional en pleno.
"No entrar en Rafah implicaría perder la guerra"
La primera fase de este plan prevé una tregua de seis semanas, un canje de rehenes por presos palestinos detenidos en Israel y la entrada a Gaza de convoyes de asistencia humanitaria. Mousa Abu Marzouk, alto cargo del brazo político de Hamás, expresó su confianza ante la posibilidad de nuevo acuerdo entre las partes, aunque condicionó la liberación de los rehenes israelíes a la de 500 palestinos que se encuentran en prisión en Israel.
El referente de Hamás dijo también que no barajan la posibilidad de liberar a los rehenes a cambio de evitar la anunciada operación en Rafah y advirtió que "la resistencia allí está más preparada", pues "no participó en batallas hasta ahora", según dijo en una entrevista con la cadena árabe Al Ghad. "Pagaremos el precio" por establecer plenamente un Estado palestino, agregó. Hamás reclama un cese del fuego, el retiro de las tropas de Israel de la Franja de Gaza, el fin del bloqueo israelí impuesto desde 2007 y la creación de zonas seguras para las centenas de miles de desplazados por la guerra.
"Queremos que se alcance un acuerdo lo más rápido posible", declaró por su parte el portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller. Benjamin Netanyahu podría hablar con el enviado de Washington sobre una inminente operación de las FDI en Rafah, a la que la Casa Blanca se opone. El premier se encuentra sometido a presiones también de otros mandatarios y ONG internacionales para frenar una posible ofensiva terrestre contra esa ciudad, que concentra a gran parte de los desplazados internos por la guerra en Gaza, donde ya serían 29.410 los fallecidos, en su mayoría mujeres y niños (último balance del Ministerio de Salud del enclave).
La cifra de población en Rafah corresponde a más de la mitad de la población de Gaza, por lo que se teme que una ofensiva militar provoque enormes bajas de civiles. La ofensiva israelí de "represalia", que se inició luego de los salvajes ataques de Hamás del 7 de octubre en Israel en los que mataron a 1.400 personas y secuestraron a cerca de 240 (de los cuales más de un centenar se mantiene cautivo y una treintena ha muerto), está centrada en la etapa actual en el sur del enclave gazatí, luego de haber iniciado por el norte del territorio.
El sábado pasado, Netanyahu aseguró que abstenerse de entrar en Rafah implicaría "perder la guerra" contra Hamás, ya que el gobierno israelí asegura que en la zona se halla uno de los últimos bastiones del enemigo, concepto corroborado por el propio Marzouk.
Accionar de la aviación israelí complica la situación humanitaria
Mientras se esperan avances en la búsqueda de un alto del fuego, el actual contexto de guerra se vio potenciado con un nuevo ataque de la aviación israelí, que llevó a cabo durante la noche del miércoles una decena de bombardeos contra las localidades de Rafah y Khan Yunis, unos kilómetros más al norte. Atrapados por los combates desde hace más de cuatro meses, los gazatíes están sumidos en una grave crisis humanitaria.
Según la ONU, que ha jugado un papel decididamente parcial en este conflicto (sin condenar abiertamente a Hamás por los crímenes cometidos y sí a Israel), 2,2 millones de los casi 2,4 millones de habitantes del territorio están amenazados por la hambruna. La situación humanitaria es especialmente alarmante en el norte del territorio, según el Programa Mundial de Alimentos, que el martes se vio obligado a suspender el envío de ayuda por la "violencia" y el "caos" que imperan allí.
El Parlamento israelí aprobó el miércoles por amplia mayoría una resolución propuesta por el premier Benjamin Netanyahu contra cualquier "reconocimiento unilateral de un Estado palestino", que según el texto equivaldría a recompensar "el terrorismo sin precedentes" de Hamás. La votación se llevó a cabo pocos días después de que The Washington Post asegurara que Estados Unidos y varios países árabes elaboraban un plan global de paz con un calendario para la fundación de un Estado palestino cuando concluya la actual guerra entre Israel y Hamás en Gaza.
Amplio apoyo de países del G20 a solución de dos Estados
La solución de dos Estados "como la única posible" al conflicto entre israelíes y palestinos fue defendida ampliamente por los cancilleres de los países del G20 reunidos este jueves en Río de Janeiro, Brasil, una cita en la que la guerra en la Franja de Gaza ocupó un lugar central, además de los llamados a ampliar la representatividad en los organismos multilaterales y la condena al conflicto entre Ucrania y Rusia.
El encuentro de cancilleres de dos días tuvo ayer su primera reunión de trabajo, cuyo tema fue "tensiones geopolíticas actuales", donde las 45 delegaciones participantes "expresaron sus posiciones sobre el papel del G20 en relación con las tensiones actuales, incluidos los dos principales conflictos que se debaten en el grupo, a saber, Palestina y Ucrania", dijo el ministro de Exteriores de Brasil, Mauro Vieira, en diálogo con la prensa al final del encuentro.
En la reunión, hubo una "virtual unanimidad en apoyo a la solución de dos Estados como la única solución posible para el conflicto entre Israel y Palestina", afirmó Vieira, cuyo país preside este año el G20. El ministro del Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva "no habló directamente de unanimidad porque no todas las intervenciones de los países abordaron el asunto, pero quien se manifestó lo apoyó y fueron muchos", dijo una fuente de la Cancillería brasileña.
Ese consenso fue resaltado también por la Unión Europea (UE). En las conversaciones entre los cancilleres "hay un denominador común: que no habrá paz, no habrá seguridad sostenible para Israel a menos que los palestinos tengan una perspectiva política clara de construir su propio Estado", dijo a periodistas el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell.
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