El embajador argentino en Ecuador, Gabriel Fucks, se retiró de ese país este viernes, en medio de la polémica por la fuga de la sede diplomática de la ex funcionaria de Rafael Correa María de los Ángeles Duarte.
El funcionario había sido declarado persona no grata por el gobierno de Guillermo Lasso, que lo acusa por la salida de la ex ministra de la Embajada.
El embajador argentino en Ecuador, Gabriel Fucks, se retiró de ese país este viernes, en medio de la polémica por la fuga de la sede diplomática de la ex funcionaria de Rafael Correa María de los Ángeles Duarte.
Fucks había sido declarado persona no grata por el gobierno de Guillermo Lasso, que lo acusa por la salida de la ex ministra de la Embajada. El cruce diplomático comenzó esta semana cuando Duarte abandonó la sede diplomática argentina, donde se encontraba como asilada humanitaria desde 2020.
La salida de Duarte disparó un problema entre la Argentina y Ecuador, y ambos países retiraron a sus embajadores. Para la Argentina, Fucks no tuvo participación en la fuga de la ex ministra de Correa, aunque el Gobierno de Lasso lo acusa de haber liberado la zona para que Duarte pudiera salir sin ser vista y luego viajar a Venezuela, donde se encuentra ahora.
El diplomático salió con rumbo a Bogotá, Colombia, desde donde está previsto que parta hacia Buenos Aires el domingo. El canciller ecuatoriano, Juan Carlos Holguín, lanzó duras críticas contra Fucks y el Gobierno.
"Ese señor no solamente fue cómplice la salida de la señora de Duarte de la embajada, si no que nos ha mentido desde el día lunes, hasta el día miércoles y no en una, si no en varias ocasiones", se quejó Holguín.
La ex funcionaria y mano derecha de Rafael Correa se encontraba asilada en la sede diplomática nacional que cuenta con más de dos hectáreas de perímetro, en una especie de departamento trasero desde agosto 2020.
Su huida, generó el señalamiento de Lasso contra la Embajada Argentina en Ecuador a quienes acusó por el suceso. Para el Gobierno argentino, la responsabilidad de la vigilancia de la mano derecha de Correa correspondía a las fuerzas de seguridad ecuatorianas, y aseguraron Lasso "hiperpolitizó" el hecho ante su debilidad electoral.