Seis jóvenes japoneses presentaron este jueves una demanda colectiva contra la planta nuclear de Fukushima en la que alegan un vínculo entre el cáncer de tiroides que padecen y su exposición a la radiación tras la catástrofe de marzo de 2011.
Los denunciantes que tienen cáncer de tiroides lo vinculan con la tragedia nuclear. Piden una compensación de 5 millones de dólares.
Seis jóvenes japoneses presentaron este jueves una demanda colectiva contra la planta nuclear de Fukushima en la que alegan un vínculo entre el cáncer de tiroides que padecen y su exposición a la radiación tras la catástrofe de marzo de 2011.
Los demandantes, que tienen entre 17 y 27 años, eran menores de edad y vivían en la región de Fukushima cuando un potente terremoto en el noreste de Japón desencadenó un gigantesco tsunami que causó el desastre nuclear.
La primera demanda colectiva por la catástrofe de Fukushima
Sus abogados acudieron el jueves a un tribunal de Tokio alrededor del que se congregaron decenas de simpatizantes con su causa para lanzar esta acción colectiva, la primera de este tipo iniciada por los habitantes de esa zona.
En total reclaman a la empresa Tokyo Electric Power Company (TEPCO), operadora de la planta, una compensación de 616 millones de yenes (5,4 millones de dólares), dijo a la agencia de noticias AFP el abogado del grupo, Kenichi Ido.
Un informe de la ONU publicado el año pasado concluyó que, una década después del desastre nuclear, “no se había documentado ningún efecto nefasto para la salud de los habitantes”.
El aumento en los casos de cáncer de tiroides entre niños expuestos a la radiación podría deberse a mejores diagnósticos, señaló el Comité Científico de la ONU sobre los Efectos de la Radiación Atómica.
Pero los abogados de los jóvenes dicen que ningunos de los casos de cáncer entre el grupo es hereditario y que es muy probable que la enfermedad fuera causada por su exposición a la radiación.
“Algunos demandantes tienen dificultades de avanzar a la educación superior y encontrar empleos, e incluso han desistido de sus sueños para el futuro”, afirmó Ido.
Intentar esta demanda “nos llevó diez años porque teníamos miedo de ser víctimas de discriminación si levantábamos la voz”, declaró una de las demandantes en una conferencia de prensa.
“Era una niña cuando me dijeron que tenía cáncer y no tenía dinero para los gastos judiciales”, añadió. Entre lágrimas, la joven recordó el día en que supo su diagnóstico: “Me dijeron claramente que no había ningún vínculo” con el accidente.
Los demandantes tenían entre seis y 16 años en el momento del accidente nuclear y fueron diagnosticados con cáncer de tiroides entre 2012 y 2018.
Cuatro se sometieron a una ablación total de esta glándula y deberán seguir un tratamiento hormonal toda su vida, dijo el abogado Ido. Los otros dos tuvieron una ablación parcial de la tiroides.
Cómo fue la catástrofe de 2011
El 11 de marzo de 2011, un fuerte terremoto desencadenó un gigantesco tsunami que provocó la fusión de los núcleos de los tres reactores de la central Fukushima Daiichi, liberando importantes cantidades de radiación en el aire que luego se depositaron en el suelo y el agua.
El suceso dejó unos 18.500 muertos o desaparecidos, la mayoría a causa del tsunami, y supuso el peor desastre nuclear desde Chernóbil en 1986. Se decretó una amplia zona de exclusión y en los años siguientes se detectaron grandes cantidades de casos de cáncer de tiroides.
Hasta junio de 2021, el departamento de Fukushima detectó 266 casos, o sospechosos, de cáncer de tiroides infantil.
“Cuando llegue la demanda, la abordaremos con sinceridad después de leer con atención los detalles”, dijo el vocero de TEPCO, Takahiro Yamato. “Seguimos expresando nuestras sinceras disculpas por las contrariedades causadas por el accidente a la población”, añadió.