Lunes 27.6.2022
/Última actualización 10:45
La cumbre del G7 que se desarrolla en los Alpes Bávaros se realiza bajo el control de miles de efectivos policiales desplegados en toda la zona de influencia de la reunión, siempre con el objetivo de prevenir posibles revueltas y evitar, en lo posible, movilizaciones que corten el tráfico de las delegaciones hacia el castillo de Schloss Elmau.
El operativo cuenta, según las cifras oficialmente difundidas, con más de 8 mil agentes distribuidos en círculos que van desde el "caserón" dónde se desarrollan las reuniones, pasando por el centro de prensa ubicado en la localidad Hausberg y hasta la ciudad de Múnich, donde pasaron la noche las delegaciones invitadas, entre ellas, la encabezada por el presidente Alberto Fernández.
Crédito: Reuters / Christian MangLa reunión del mandatario argentino inició aproximadamente a las 7:30 horas (12:30 hora local) luego de que el canciller alemán, Olaf Scholz, lo recibiera en el hotel Schloss Elmau, donde también mantendrá otras reuniones bilaterales y hará un discurso en la sesión plenaria del foro de los países más industrializados.
Aunque los mandatarios alojados en la capital bávara serán trasladados en helicóptero hasta el lugar de la reunión, hoy por la mañana se temía que grupos de personas interrumpieran las vías de acceso terrestres al Castillo, dificultando el traslado de los equipos técnicos de las comitivas.
Crédito: Reuters / Christian MangPor otra parte, después de que la semana pasada fueran incendiados móviles policiales, las fuerzas de seguridad se dispusieron para enfrentar las movilizaciones protagonizadas por movimientos políticos de izquierda, ecologistas y anticapitalistas.
Crédito: Reuters / Christian MangHasta la mañana del lunes, las marchas se habían realizado con relativa normalidad y pocos incidentes si se las compara con las que se protagonizaron durante la cumbre del G20 en Hamburgo 2017.
Las organizaciones alemanas, sin embargo, denunciaron que la “represión” había incluido la detención de unas decenas de personas.
Crédito: Reuters / Christian MangEso no impidió que Munich viviera un clima de normalidad, donde las quejas de los ciudadanos locales se centraron, sobre todo, en las demoras producidas en el tránsito por el paso de las comitivas.