El candidato de izquierda Gabriel Boric es el presidente electo de Chile al imponerse en el balotaje de este domingo al postulante de derecha José Antonio Kast.
El candidato de derecha reconoció su derrota felicitó a su adversario de izquierda.
El candidato de izquierda Gabriel Boric es el presidente electo de Chile al imponerse en el balotaje de este domingo al postulante de derecha José Antonio Kast.
Kast reconoció la derrota y felicitó a su adversario. “Acabo de hablar con Gabriel Boric y lo he felicitado por su gran triunfo; desde hoy es el presidente electo de Chile y merece todo nuestro respeto y colaboración constructiva” porque “Chile siempre está primero”, escribió en Twitter.
A la admisión del resultado por parte de Kast se sumaron expresiones similares de otros dirigentes de su coalición y de otras fuerzas de centroderecha que lo apoyaron en la segunda vuelta electoral.
La alcaldesa de la comuna santiaguina Providencia y exministra Evelyn Matthei, de la Unión Demócrata Independiente (UDI) pinochetista y parte de los equipos de Kast, deseó en Twitter “desde ya lo mejor al presidente electo Gabriel Boric”.
“Como oposición debemos trabajar para aportar a que Chile siga un buen rumbo, ser una centroderecha moderna que pueda aportar la bandera del Chile del mañana, críticos de lo malo y constructivos en lo que el país requiera”, agregó.
Sebastián Sichel, candidato oficialista que quedó fuera de carrera en la primera vuelta dl 21 de noviembre, dio sus “felicitaciones” a Boric y sostuvo que “el desafío más grande será hacer de Chile un país unido y capaz de entender que libertad y justicia son parte del desafío de todos” los que se dedican a la política.
El senador Rodrigo Galilea, de Renovación Nacional (RN, el partido de centroderecha del presidente Sebastián Piñera) señaló que “la gente interpretó que Boric era quien podía conducir mejor los destinos del país”.
“Espero que el Congreso pueda equilibrar los poderes y reconducir lo que sea necesario”, dijo a periodistas en el comando de Kast, instalado en un hotel en el elegante barrio Las Condes, en el este de Santiago.
“La coalición Chile Vamos tiene una posición importante en Diputados y en el Senado, y también una larga trayectoria democrática; por lo tanto, tenemos que volver a conversar y reflexionar qué es lo que salió bin o mal, y cómo se suman o no las nuevas fuerzas externas parecidas”, agregó Galilea.
La rapidez con que fue avanzando la difusión del escrutinio provocó que, poco antes de que Kast reconociera públicamente el triunfo de Boric, en el comando del candidato de derecha menudearan las caras desencajadas y algunos dirigentes admitieran por lo bajo que la situación era “irremontable”.
Kast votó por la mañana en medio de enfervorizados adherentes y detractores en una escuela en Paine, a 50 kilómetros al sur de Santiago, y dijo entonces que se sentiría honrado de poder ser el próximo mandatario.
"Hay legítimas diferencias, pero tenemos que trabajar por el diálogo y el reencuentro; eso se hace a través de la justicia y el orden", agregó, en relación a la alta polarización electoral, considerada la mayor desde la vuelta a la democracia, en 1990.
Partidarios de Kast cruzaron además insultos y gritos con un hombre conocido en los medios chilenos que se presenta como pastor y que acusó a gritos a Kast, megáfono en mano, de ser un "político peligroso".
El hombre, conocido como "pastor" Soto, vociferaba que Kast era un corrupto que había querido comprar los votos evangélicos. Adherentes del candidato lo atacaron a gritos acusándolo de "fariseo" y de no entender la Biblia.
Cientos de policías desplegaron una valla perimetral en la entrada del colegio para resguardar la seguridad de Kast, mientras miembros de una fuerza policial de élite realizaban un operativo paralelo.
A pesar de que Paine es parte del distrito que Kast representó como diputado entre 2002 y 2014, la comuna le dio una modesta victoria frente a Boric en la primera vuelta del 21 de noviembre, de 31,8% de los votos contra el 26,5%.
El municipio agricultor es tierra de tradiciones donde las propuestas del ultraconservador cosechan importantes adhesiones, y también es el territorio donde hubo más víctimas de derechos humanos durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-90) con relación a la población.