El presidente afgano, Ashraf Ghani, dijo que este domingo huyó de Afganistán para "evitar un baño de sangre", cuando los talibanes entraron en la capital, poniendo fin a una ofensiva relámpago.
El presidente afgano, Ashraf Ghani, dijo que este domingo huyó de Afganistán para "evitar un baño de sangre", cuando los talibanes entraron en la capital, poniendo fin a una ofensiva relámpago.
"Los talibanes ganaron" y "ahora son responsables del honor, de la posesión y de la autopreservación de su país", admite Ghani en un mensaje de Facebook, que son las primeras declaraciones de él que se conocen.
El ahora exmandatario no informó cuál será su país de destino, pero sí afirmó que teme que temía que "innumerables patriotas habrían sido martirizados y Kabul destruida" si él se quedaba.
Con su salida del gobierno y la reinstalación de los talibanes en el poder, el fin del experimento occidental de convertir a Afganistán en una democracia parece cada vez más lejano.