El Gobierno español decidió que la exhumación del féretro del dictador Francisco Franco (1892-1975) se llevará a cabo con la "dignidad" que corresponde a unos restos humanos, pero "en absoluto con honores militares ni banderas", como pidió su familia.
Franco ganó la Guerra Civil española (1936-1939), gobernó el país hasta su muerte (1975) y fue enterrado como jefe del Estado en el Valle de los Caídos, el gran monumento simbólico de su régimen donde también tienen sepultura cerca de 34.000 víctimas de los dos bandos de la contienda.
El Gobierno de España, en manos del socialista Pedro Sánchez, decidió el 11 de octubre pasado que los restos de Franco saldrían del Valle antes del 25 de este mes (probablemente el día 21 o 22), basado en una reforma de la ley de Memoria Histórica y avalado por el Tribunal Supremo, que resolvió un recurso de la familia, entre otros, contra la exhumación.
"Todo se hará de acuerdo con la sentencia al respecto del Tribunal Supremo y la ley de la memoria histórica; se trata de trasladar los restos de dictador de un lugar de exaltación y conducirlo a un cementerio", explicó la portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, en declaraciones radiales recogidas por la agencia española de noticias EFE.
Franco será llevado a un panteón familiar de titularidad estatal situado en la periferia de Madrid, donde su familia, "si quiere", podrá organizar un oficio religioso, añadió Celaá.