El Litoral
La negativa del gobierno de Rusia a reconocer su implicación en el envenenamiento del ex agente doble Serguei Skripal y su hija se vuelve "cada vez más absurda", aseguró este lunes el ministro de Relaciones Exteriores británico, Boris Johnson.
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DPA
"Primero dijeron que nunca fabricaron Novichok [la sustancia utilizada en el ataque]; después dicen que sí que lo fabricaron, pero que todas las existencias fueron destruidas; luego otra vez dicen que han fabricado Novichok y que las existencias han sido destruidas, pero que algunas de ellas han acabado misteriosamente en Suecia o la República Checa, Eslovaquia, Estados Unidos o incluso... Reino Unido", dijo Johnson.
"Pienso que todo el mundo puede ver que esta es la clásica estrategia rusa de intentar meter una pizca de verdad en una montaña de mentiras y confusión", añadió el ministro, que se encuentra en Bruselas para una reunión de los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE).
Los rusos "ya no engañan a nadie", destacó. "Prácticamente no hay ningún país que se siente a la mesa aquí en Bruselas que no se haya visto afectado en los últimos años por algún tipo de comportamiento maligno o disruptivo por parte de Rusia".
Mientras tanto, expertos de la Organización para la Prohibición de Armas Químicas (OPAQ) investigarán a partir de este lunes en Reino Unido muestras del agente nervioso con el que fue envenenado el ex agente doble ruso.
La OPAQ analizará las muestras en laboratorios de renombre internacional, informó el Ministerio de Exteriores en Londres. El proceso durará al menos dos semanas, añadió.
Serguei y Yulia Skripal -de 66 y 33 años- siguen mientras tanto en estado crítico tras ser hallados el pasado 4 de marzo inconscientes en el banco de un parque en la ciudad de Salisbury, en el sur del país. Reino Unido alega que fueron envenenados con el agente nervioso Novichok, desarrollado por la extinta Unión Soviética.