Un grupo de militares derrocó al presidente de Gabón, Ali Bongo, después de que se diera a conocer que había sido reelecto en unos polémicos comicios celebrados el sábado pasado, y lo puso "bajo arresto domiciliario".
Ali Bongo fue el ganador de las elecciones. Francia y Estados Unidos repudiaron. Rusia declinó sacar "conclusiones generales".
Un grupo de militares derrocó al presidente de Gabón, Ali Bongo, después de que se diera a conocer que había sido reelecto en unos polémicos comicios celebrados el sábado pasado, y lo puso "bajo arresto domiciliario".
"El presidente Ali Bongo se encuentra bajo arresto domiciliario, rodeado de su familia y sus médicos", dijo un comunicado leído en la televisión estatal por los militares de la "Comisión para la denominada Transición y la Restauración de las Instituciones" (CTRI), citó la agencia de noticias AFP.
Después del anuncio oficial de este martes de la victoria de Bongo en los comicios del sábado con el 64,27% de los votos, 12 militares aparecieron en televisión para anunciar la "anulación de las elecciones y los resultados manipulados", y la disolución de "todas las instituciones del país: el gobierno, el Senado, la Asamblea Nacional y el Tribunal Constitucional".
Tras advertir que un "deterioro continuo de la cohesión social" amenazaba con "llevar al país al caos", los militares indicaron que decidieron "defender la paz poniendo fin al régimen actual".
Entre los militares, había miembros de la Guardia Republicana (GR), la guardia pretoriana de la presidencia, reconocibles por sus boinas verdes, además de soldados del ejército regular y miembros de la policía.
Los militares nombraron como líder de la "transición" al jefe de la GR, el general Brice Oligui Nguema, quien fue llevado triunfante por cientos de soldados, según imágenes difundidas por televisión.
La duración de esa "transición" no fue precisada de momento. Asimismo, los militares anunciaron que las fronteras del país permanecerán "cerradas hasta nueva orden".
También fueron detenidos altos funcionarios del régimen, consejeros de la presidencia y los dos principales responsables del poderoso Partido Democrático Gabonés (PDG).
Durante la jornada, numerosos habitantes salieron a las calles de Libreville, la capital de Gabón, un país ubicado en África central, a apoyar a los militares y su acción sediciosa.
En una entrevista con el diario francés Le Monde difundida durante la tarde, el general Nguema dijo que Bongo, de 64 años y que estaba hace 14 años en el poder, "fue apartado" y que "goza de todos sus derechos", citó la agencia francesa.
Por su parte, Bongo hizo este miércoles un llamado a que la comunidad internacional "haga ruido", tras el golpe de Estado.
"Soy Ali Bongo Odimba, presidente de Gabón. Envío un mensaje a todos los amigos que tenemos en el mundo para que hagan ruido", dijo en un video que circulaba por redes sociales, según informó la agencia de noticias Europa Press.
Otro dos países africanos, sin elecciones de por medio, podrían seguir el rumbo de Gabón en las próximas semanas. Con una creciente tensión en el continente y con ultimátum de Níger a Francia, Camerún y Ruanda emitieron importantes comunidades.
Se trata de cambios profundos desde sus gobiernos en las cúpulas de sus respectivas Fuerzas Armadas.
La ONU, Francia y Estados Unidos repudiaron el golpe de Estado en Gabón, donde un grupo de militares depuso y detuvo al presidente Ali Bongo, en el último de una serie de quiebres democráticos en África.
Poco después de que el presidente gabonés pidiera en un video ayuda a la comunidad internacional desde su residencia -donde está detenido- varios países dejaron en claro su rechazo.
"Es profundamente preocupante. Estábamos siguiendo la situación de cerca y continuaremos haciendo todo lo posible para apoyar la noción de ideales democráticos expresados por el pueblo africano", afirmó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Kirby.
De su lado, el secretario general de la ONU, António Guterres, también condenó "firmemente" el "golpe de Estado en curso" en Gabón, según declaró su portavoz Stéphane Dujarric, y pidió a todos los actores "contención" y "diálogo".
Por su parte, Rusia afirmó que "es motivo de profunda preocupación" lo que está sucediendo en el país del centro de África.
Sin embargo, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declinó sacar "conclusiones generales" sobre el aumento de la inestabilidad en África a raíz de los últimos golpes de Estado en el continente.
Francia, potencia que dominó el país hasta la independencia en 1960, también sigue con mucha atención la situación y reclamó que "los resultados de las elecciones deben ser respetados", manifestó el portavoz del Gobierno, Olivier Véran en una conferencia de prensa.