Los afiliados del Partido Conservador de Gran Bretaña comenzaron a recibir este lunes por correo las boletas para elegir a su nuevo líder y futuro primer ministro entre la canciller Liz Truss y el exministro Rishi Sunak.
La canciller Liz Truss y el exministro Rishi Sunak son los candidatos que llegaron a la instancia final. La elección se da mediante boletas enviadas por los afiliados vía correo electrónico.
Los afiliados del Partido Conservador de Gran Bretaña comenzaron a recibir este lunes por correo las boletas para elegir a su nuevo líder y futuro primer ministro entre la canciller Liz Truss y el exministro Rishi Sunak.
Con la ya consumada despedida de Boris Johnson al Parlamento británico, inicia la carrera final en busca de su sucesor, que asumirá el cargo que durante los últimos años estuvo atravesado por una serie de polémicas.
Truss y Sunak quedaron como finalistas el mes pasado tras varias rondas de votaciones entre los diputados conservadores en las que se fueron eliminando otros aspirantes a suceder a Boris Johnson en el liderazgo del partido y, por ende, como premier.
Sunak, ex ministro de Finanzas, propuso reducir la tasa básica del impuesto sobre la renta del 20% al 16%, aunque recién para fines del mandato del próximo Parlamento, si se convierte en primer ministro.
Esto equivaldría a una reducción de impuestos del 20%, "el mayor recorte al impuesto sobre la renta en 30 años", dijo Sunak a la cadena de noticias BBC.
Truss, que es la favorita, lanzó su campaña días atrás precisamente con una propuesta de recortes masivos de impuestos que suma cada vez adherentes.
El número exacto de afiliados del Partido Conservador -que lleva 12 años en el poder- es confidencial, pero que se estima en cerca de 200.000.
Antes de que termine esta semana, deberían recibir sus boletas, y tendrán hasta el 2 de septiembre para votar por correspondencia. El resultado se conocerá el 5 de septiembre.
Se trata de un cuerpo electoral integrado mayoritariamente por varones, blancos y de edad más avanzada.
Sunak, que quedó a la cabeza de las votaciones internas de los parlamentarios, por su elogiada gestión de la pandemia, es menos popular en las bases del partido, donde Truss espera ganar terreno.
Truss recibió importantes apoyos del partido, incluyendo el del ministro de Defensa, Ben Wallace, que es muy respetado en el seno de la agrupación. Obtuvo también el apoyo del actual ministro de Finanzas, Nadhim Zahawi.
Wallace destacó la "experiencia" de la actual canciller, en un momento de guerra en Ucrania.
La ministra pareció un poco rígida y algo incómoda en algunos debates en las primeras fases de la competición, pero ahora parece más relajada y segura de sí misma, un revés para Sunak que contaba con sus capacidades oratorias para ganar terreno.
Truss salió reforzada el jueves de la semana pasada del primero de una serie de 12 encuentros frente a los militantes de base.
Johnson, en el poder desde 2019, anunció su renuncia el mes pasado luego de una serie de renuncias en su Gobierno, iniciadas por Sunak y Zahawi, tras una serie de escándalos éticos de los que fue protagonista. Sunak es odiado por los partidarios de Johnson, que consideran que lo traicionó.
El primer ministro continúa en su cargo de manera interina hasta que el partido le elija a un sucesor.
La reducción de impuestos, una eterna obsesión de los conservadores, es el tema central de la campaña.
Por un lado, Truss promete un recorte de impuestos "desde el día uno", anunciando que anulará el alza de las cotizaciones sociales impuesta este año para financiar el sistema nacional de salud que quedó resquebrajado por la pandemia.
En cambio, Sunak critica los "cuentos de hadas" de su rival y advirtió que es mejor esperar que la inflación -que toca un máximo en 40 años- amaine antes de bajar la presión fiscal.
Sin embargo, desde el inicio de la campaña, este ex banquero inició un viraje anunciando una reducción del impuesto a la energía para aliviar a los hogares.
En un guiño a las bases conservadores también prometió endurecer las normas migratorias y entró de lleno en el debate sobre las guerras culturales lanzado por el ala derechista del partido.
Impediremos que "los agitadores de izquierda" ataquen "nuestra historia, nuestra tradiciones y nuestros valores", afirmó Sunak.