El Litoral / Infobae.com
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Transcurridas dos semanas de ocurrido un importante hallazgo arqueológico en la ciudad egipcia de Alejandría, un misterioso sarcófago negro de 2.000 años de antigüedad finalmente fue abierto y sus contenidos podrían estar asociados a uno de los hombres más poderosos de la historia de la humanidad.
Una momia fue cuidadosamente removida de ataúd de casi tres metros de largo que data de la época ptolemaica, período que se extendió desde el año 305 hasta el 30 a.c. y sorprendió a expertos en la materia por su destacable estado de conservación, al exhibir únicamente un ligero deterioro de los huesos y el cráneo.
El descubrimiento se convirtió en el sarcófago más grande jamás hallado en dicha ciudad y fue coordinado por investigadores que se encontraban trabajando bajo lo que se conoce como el Consejo Supremo de Antigüedades, organismo que ahora estará a cargo de la difícil tarea de identificar al cuerpo.
El mismo fue enterrado a casi cinco metros de profundidad junto a una cabeza de piedra de alabastro que se cree pertenecía al enigmático ocupante de la tumba. El descubrimiento tuvo lugar mientras se limpiaba cuidadosamente el sitio de sepulcro para la construcción de un nuevo edificio.
El Dr. Ayman Ashmawy, jefe de la división de antigüedades egipcias, dijo que una capa de mortero entre la tapa del sarcófago y el ataúd mismo señala que el mismo no fue abierto desde que fue sellado hace más de 2.000 años.
El hallazgo es extremadamente inusual dado que las tumbas egipcias antiguas suelen dañarse de forma tal a lo largo de los siglos que los arqueólogos rara vez suelen encontrar una intacta. Eso era hasta este momento.
Expertos vinculados al estudio de la tumba han indicado que podría tratarse del sitio de entierro de Alejandro Magno, rey del antiguo reino griego de Macedonia, quien vivió entre los años 356 y 323 a.c. y cuyo lugar de sepulcro ha sido un misterio luego de que su cuerpo fuese robado poco tiempo luego de ser enterrado.
Distintos rastros históricos indican que sus restos habrían sido vueltos a enterrar en Alejandría, pero hasta el momento no se había podido encontrar su paradero.
‘Esperamos que esta tumba pertenezca a uno de los grandes dignatarios de su período‘ compartió el Dr. Ashmawy. ‘La cabeza de alabastro muy probablemente sea de un noble de la ciudad de Alejandría‘ aseguró el experto, quien también hizo referencia a la delicada tarea que representó abrir una tumba sellada por milenios.
‘Es difícil moverla y preservar su forma intacta para poder abrirla en un museo, pesa en total más de 30 toneladas y su tapa sola tiene un peso de 15 toneladas‘ destacó el experto antes de iniciar la apertura en el sitio de excavación para evitar daños a la invaluable reliquia.
En las próximas semanas, un grupo de ingenieros visitará el área para para instalar el equipamiento necesario para poder trasladar al sarcófago. Mientras tanto, los expertos continuarán analizando los restos con la intención de descifrar la identidad de su misterioso ocupante.