Histórico: un paciente recibió un trasplante de corazón proveniente de un cerdo modificado genéticamente
La Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés), que supervisa los experimentos de xenotrasplante, permitió la cirugía bajo lo que se llama una autorización de emergencia de “uso compasivo”, disponible cuando un paciente con una afección potencialmente mortal no tiene otras opciones.
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Un hombre de 57 años con una enfermedad cardíaca potencialmente mortal recibió un corazón de un cerdo modificado genéticamente, según reportó The New York Times. Se trata de un procedimiento innovador que ofrece esperanza a cientos de miles de pacientes.
Es el primer trasplante exitoso de un corazón de cerdo a un ser humano. La operación duró ocho horas y se llevó a cabo en Baltimore el viernes. El paciente, David Bennett, ya se encontraba bien el lunes, según los cirujanos del Centro Médico de la Universidad de Maryland, quienes estuvieron a cargo de la cirugía.
Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland El doctor Bartley Griffith realizó la operación a David Bennett
El doctor Bartley Griffith realizó la operación a David Bennett - Foto: Facultad de Medicina de la Universidad de Maryland
“Crea el pulso, crea la presión, es su corazón”, dijo al Times el doctor Bartley Griffith, director del programa de trasplante cardíaco en el centro médico, quien realizó la operación. “Está funcionando y parece normal. Estamos emocionados, pero no sabemos lo que nos deparará el mañana. Esto nunca se ha hecho antes.”
Dave Bennett aceptó ser el primero en arriesgarse a someterse a la cirugía experimental, con la esperanza de que le diera la oportunidad de regresar a su dúplex de Maryland y a su amado perro Lucky. “Esto es nada menos que un milagro”, dijo su hijo David el domingo, dos días después de la cirugía para prolongar la vida de su padre. “Eso es lo que mi papá necesitaba y eso es lo que siento que obtuvo”.
En la larga operación, los médicos reemplazaron su corazón con uno de un cerdo de 1 año de casi 109 kilos editado genéticamente y criado específicamente para este propósito.
Hay una gran escasez de órganos humanos donados para trasplantes, lo que lleva a los científicos a tratar de descubrir cómo usar órganos animales en su lugar. El año pasado, hubo un poco más de 3800 trasplantes de corazón en los EEUU, una cifra récord, según United Network for Organ Sharing, que supervisa el sistema de trasplantes del país.
“Si esto funciona, habrá un suministro interminable de estos órganos para los pacientes que sufren”, dijo a AP el doctor. Muhammad Mohiuddin, director científico del programa de trasplante de animales a humanos de la universidad.
Los cerdos tienen órganos similares a los humanos. Si esos órganos pudieran usarse en trasplantes, la espera de muchas personas terminaría. Incluso las personas que nunca serían consideradas candidatas para trasplantes podrían tener una nueva oportunidad para salvar sus vidas.
Esa es la promesa del llamado xenotrasplante.
Pero los intentos anteriores de tales trasplantes, o xenotrasplantes, han fracasado, en gran parte porque los cuerpos de los pacientes rechazaron rápidamente el órgano animal. En particular, en 1984, Baby Fae, un bebé moribundo, vivió 21 días con un corazón de babuino. La diferencia esta vez: los cirujanos de Maryland usaron un corazón de un cerdo que se había sometido a una edición de genes para eliminar un azúcar en sus células que es responsable de ese rechazo de órganos hiperrápido.
Los científicos han trabajado incansablemente para desarrollar cerdos cuyos órganos no sean rechazados por el cuerpo humano. Los avances han sido enormes durante la última década gracias a las nuevas tecnologías de clonación y edición de genes. El trasplante de corazón se produce pocos meses después de que los cirujanos de Nueva York adhirieran con éxito el riñón de un cerdo modificado genéticamente a una persona con muerte cerebral.
En ese caso, se mantuvo el cuerpo funcionando a través de una máquina durante más de dos días cada vez, lo que demuestra que el sistema inmunitario humano no rechazaría inmediatamente un riñón de un cerdo editado genéticamente.
“Este es un evento decisivo”, dijo al Times David Klassen, director médico de United Network for Organ Sharing, quien anteriormente fue cirujano de trasplantes en la Universidad de Maryland, sobre el trasplante de corazón. “Se están comenzando a abrir puertas que conducirán, creo, a cambios importantes en la forma en que tratamos la insuficiencia orgánica”.
En diálogo con USA Today, el doctor Robert Montgomery, cirujano de trasplantes en NYU Langone y paciente de trasplante de corazón, dijo que “este es un avance verdaderamente notable. Estoy emocionado por esta noticia y la esperanza que le da a mi familia y a otros pacientes que eventualmente serán salvados por este avance”.
Pero por ahora, los médicos que atienden a Bennett son cautos, ya que todavía está conectado a una máquina de circulación extracorpórea, que lo mantenía con vida antes de la operación, pero eso no es inusual para un nuevo receptor de trasplante de corazón.
El nuevo corazón está funcionando y ya está haciendo la mayor parte del trabajo, y sus médicos dijeron que podrían retirarle la máquina el martes. Siguen monitoreándolo con mucha atención en busca de señales de que su cuerpo está rechazando el nuevo órgano, pero las primeras 48 horas, que son críticas, transcurrieron sin incidentes.
“Creo que se puede caracterizar como un hito”, dijo el Dr. David Klassen, director médico de UNOS, sobre el trasplante de Maryland. Aún así, advirtió que es solo un primer paso tentativo para explorar si esta vez, el xenotrasplante finalmente podría funcionar.
La Administración de Drogas y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés), que supervisa los experimentos de xenotrasplante, permitió la cirugía bajo lo que se llama una autorización de emergencia de “uso compasivo”, disponible cuando un paciente con una afección potencialmente mortal no tiene otras opciones.
Será crucial compartir los datos recopilados de este trasplante antes de abrir la opción a más pacientes, dijo a AP Karen Maschke, becaria de investigación en el Centro Hastings, quien está ayudando a desarrollar recomendaciones de ética y política para los primeros ensayos clínicos con una subvención del Institutos Nacionales de Salud. “No sería aconsejable apresurarse a realizar trasplantes de animales a humanos sin esta información”, dijo Maschke.