Grace avanzaba este jueves como tormenta tropical en aguas del Golfo de México, tras cruzar la península de Yucatán, donde causó daños materiales menores y más de 6.000 evacuados, mientras esperan que se reconvierta en huracán cuando vuelva a tocar tierra en la costa continental mexicana.
Según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC, por sus siglas en inglés), a las 0h00 GMT (21 hora argentina) del viernes el centro de Grace se localizaba 105 kilómetros al noroeste de la ciudad de Campeche y registraba vientos sostenidos de 95 kilómetros por hora.
Es probable que la tormenta se intensifique ahora que su centro viaja por aguas del golfo y se espera que se convierta nuevamente en huracán cuando toque tierra por segunda vez en la costa continental de México, el viernes por la noche o el sábado temprano, detalló el NHC, según la agencia de noticias AFP.
"Grace salió con saldo blanco de Quintana Roo. Estaremos trabajando en los sitios de mayor afectación", informó, por su parte, Carlos Joaquín, gobernador de ese estado que alberga los mayores destinos turísticos de México.
El huracán arruinó las vacaciones de turistas nacionales y extranjeros justo cuando Cancún, el principal destino internacional de México, empezaba a ver cierta recuperación tras una caída drástica de visitantes por la pandemia de coronavirus.
"El susto ya pasó y por suerte todo salió bien", dijo Sandra Rodríguez, una argentina de 39 años que se hospeda en un hostal de la zona urbana de Cancún.
La secretaría de Turismo de Quintana Roo informó que fue necesario trasladar a refugios anticiclónicos a 5.700 visitantes, mientras que 337 pobladores de Felipe Carrillo Puerto y Tulum, los más afectados por el fenómeno, fueron llevados a albergues, agregó AFP.
Mientras, autoridades del estado de Veracruz, con costa en el Golfo de México y donde se espera el segundo impacto de Grace, ya toman previsiones.