Una particular y, en primera instancia, preocupante escena se montó sobre el cielo de varias ciudades del extremo sur de Grecia.
La neblina es provocada por la liberación de polvo desde el desierto del Sahara.
Una particular y, en primera instancia, preocupante escena se montó sobre el cielo de varias ciudades del extremo sur de Grecia.
Se trata de una nube de polvo que cubrió la vista con tonos que varían entre el naranja y el amarillo en regiones como la capital Atenas.
La arena, en base a la hipótesis más fuerte de los meteorólogos griegos, proviene del desierto de Sahara, en el norte del continente africano.
Una neblina de color amarillo anaranjado cubrió varias regiones después de días de fuertes vientos del sur, limitando la visibilidad y provocando advertencias de las autoridades sobre riesgos respiratorios.
Las autoridades locales advirtieron que las concentraciones de polvo pueden reducir la luz solar y la visibilidad, al tiempo que aumentan las concentraciones de partículas finas de contaminación, lo que plantea riesgos para ciertos grupos de personas.
En Atenas afirman que desde este martes están sufriendo el fenómeno con una escala comparable recién a la del 2018. Las más recientes, pero en menor grado, se registraron en marzo y abril.
Habiendo afectado zonas de Francia, Italia y Suiza, se estima que el Sahara libera entre 60 y 200 millones de toneladas de polvo mineral al año.
Mientras que las partículas más grandes regresan rápidamente a la Tierra, las más pequeñas pueden viajar miles de kilómetros y llegar potencialmente a toda Europa.