El llamado super jueves de elecciones locales en el Reino Unido, cuyos resultados llegan con cuentagotas, no solo ponen a prueba la popularidad del Partido Conservador de Boris Johnson, sino también la futura unidad del país.
El Partido Nacionalista Escocés (SNP) celebró como el gran vencedor en ese territorio, mientras que los conservadores se encaminan a ganar escaños a costas del laborismo en Inglaterra y estos últimos lograron mantener su poder en Gales y en Londres en las elecciones regionales y locales del Reino Unido.
El llamado super jueves de elecciones locales en el Reino Unido, cuyos resultados llegan con cuentagotas, no solo ponen a prueba la popularidad del Partido Conservador de Boris Johnson, sino también la futura unidad del país.
Los nacionalistas escoceses quedaron a una sola banca de conseguir la mayoría absoluta, una meta que se habían puesto para forzar al premier a aceptar una nueva consulta sobre la independencia de Escocia.
Pese a quedar al borde de conseguir los 65 escaños que quería, la líder del SNP y primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, no tardó en cantar victoria
"Nadie predijo la escala y lo inédito de nuestra victoria en esta elección", sentenció Sturgeon ante sus simpatizantes y, horas después, su partido alcanzó las 64 bancas, mientras la segunda fuerza, los conservadores, estaban muy lejos, con 31 escaños y los laboristas terceros con 22, según la cadena BBC.
"Estoy encantada con los resultados, se mire como se mire es un resultado histórico, un resultado bastante extraordinario para el SNP. -celebró y adelantó- No hay simplemente ninguna justificación democrática para que Boris Johnson, o quien sea, intente bloquear el derecho del pueblo escocés a elegir su propio futuro".
Poco después, el primer ministro le respondió con una felicitación y sin mencionar sus aspiraciones independentistas: "Creo apasionadamente que los intereses de la gente en todo el Reino Unido, y en particular en Escocia, se defienden mejor cuando trabajamos juntos", escribió Johnson en una carta difundida por su oficina y citada por la agencia de noticias AFP.
En Inglaterra, en tanto, con un escrutinio más avanzado y con apenas 11 distritos por asignar, los conservadores ganaron terreno e incluso conquistaron el bastión laborista de Hartlepool (noreste), dominado por la fuerza progresista desde que se creó la circunscripción en 1974.
Obtenían más de 2.200 dirigentes electos, cerca de mil más que los laboristas.
Estas victorias fortalecen a Johnson, pese a una serie de escándalos sobre vínculos cercanos entre poder e intereses privados.
Además, prolongan el avance de los conservadores, iniciado ya en las legislativas de 2019, sobre el denominado "muro rojo" laborista, esas zonas del norte de Inglaterra afectadas por la desindustrialización que impulso Margaret Thatcher.
El líder laborista, Keir Starmer, calificó de "amargamente decepcionantes" para su formación los resultados de las elecciones, mientras fuentes de su partido apuntan con el posible traslado fuera de Londres de la sede de la formación, acusada por sus propios simpatizantes de perder el contacto con las poblaciones más alejadas de la metrópolis.
"Quiero asumir toda la responsabilidad por los resultados, de igual modo que voy a asumir toda la responsabilidad de arreglar las cosas", declaró Starmer.
El gran consuelo del laborismo fue la reelección del alcalde londinense Sadiq Khan con el 55,2% de los votos, un resultado que refuerza su victoria en 2016, cuando sorprendió al mundo al convertirse en el primer musulmán en gobernar una gran capital occidental.
Al celebrar su victoria, Khan destacó que tanto Londres como el país entero está cada vez más dividido.
"Las heridas del Brexit aún están frescas, una cultura de guerra cruda nos está separando cada vez más. Debemos usar este momento de recuperación nacional para sanar estas divisiones porque al coronavirus no les importa si uno es un defensor de Brexit o un europeísta", aseguró el alcalde.
La otra buena noticia que recibieron los laboristas fue una victoria en Gales.
El partido ganó las elecciones en esa región autónoma y se aseguró la continuidad de su líder, Mark Drakeford, como ministro principal del Gobierno de esta región autonómica, en gran parte a su cautelosa gestión de la pandemia.
"El gobierno que yo lidere continuará atendiendo a la ciencia para ejecutar lo que nuestros asesores médicos nos digan que debemos hacer, y eso significa hacer las cosas de una forma que continuemos manteniendo Gales a salvo", dijo en su mensaje de victoria.
Con todas las bancas ya asignadas, los laboristas de Drakeford sumaron 30 parlamentarios, uno menos de la mayoría absoluta, pero uno más de los que tenían antes, lo que les garantiza una reedición de su Gobierno segura. Los conservadores quedaron segundo con apenas 16 bancas.