Martes 8.9.2020
/Última actualización 15:44
India y China se acusaron mutuamente este martes de realizar movimientos militares provocativos y efectuar disparos al aire con intenciones "agresivas" en la frontera, pese a que ambas naciones buscan desde hace meses y a través de gestiones diplomáticas bajar la tensión militar en el territorio.
Bejing aseguró que "tropas indias entraron ilegalmente a través de la orilla sur del lago Pangong Tso en el área occidental de la frontera el 7 de septiembre", informó el portavoz del teatro operacional de las fuerzas en esa región, el coronel Zhang Shuili.
Tras esta incursión, de acuerdo con la versión del gigante asiático, soldados indios "descaradamente amenazaron con disparar a una patrulla fronteriza del PLA (el Ejército Popular de Liberación de China)", pese a los intentos de los chinos por alcanzar un entendimiento.
Como resultado, los guardias fronterizos del PLA "se vieron obligados a tomar contramedidas para controlar y estabilizar la situación", dijo el coronel en su declaración, sin especificar en qué consistió la respuesta de sus tropas.
Este "acto flagrante violó gravemente los acuerdos alcanzados", denunció el militar, citado por la cadena BBC.
India respondió a las acusaciones con un comunicado en el que aseguró que fue "el PLA el que violó abiertamente los acuerdos llevando a cabo maniobras agresivas, mientras se desarrolla el compromiso en los ámbitos militar, diplomático y político".
"Fueron las tropas del PLA las que intentaron acercarse a una de nuestras posiciones de avanzada a lo largo de la LAC (la frontera de facto) y, cuando nuestras tropas los disuadieron, las tropas del PLA hicieron varios disparos al aire en un intento de intimidar a nuestros soldados", señala un comunicado castrense.
GentilezaLos chinos intentaron aproximarse a la primera línea de las tropas de la India en su posición fronteriza en el este de la región de Ladakh, de acuerdo a la versión india, por lo cual el ejército inició maniobras de disuasión en las que, asegura el comunicado, no se recurrió a "ningún disparo".
"A pesar de la grave provocación, nuestras tropas ejercieron gran mesura y se comportaron de manera madura y responsable", añadió.
Nueva Delhi aseguró que las acusaciones de disparos hechas por China en su contra son "un intento de engañar a su audiencia nacional e internacional".
Ambas naciones aseguraron en sus respectivas declaraciones que, aunque están comprometidas con conseguir una salida diplomática, sus fuerzas están dispuestas a defender su soberanía territorial.
China e India mantienen una histórica disputa por varias regiones del Himalaya, que incluyen el reclamo chino del Arunachal Pradesh (uno de los 29 estados indios), controlado por Nueva Delhi, que reivindica a su vez la región de Aksai Chin, administrado por el gigante asiático.
Las tensiones por estos territorios se dispararon tras un choque fronterizo el pasado 15 de junio en el valle de Galwan, en el Himalaya occidental, el peor incidente de este tipo en 45 años, en el que murieron al menos 20 soldados indios y 76 resultaron heridos. China, por su parte, no informó de bajas.
Las acciones por las que ambas naciones se culparon mutuamente llevaron a Nueva Delhi y Beijing a un proceso de retirada de tropas en la región, tras mantener varias reuniones entre altos cargos militares de ambos ejércitos.
La frontera disputada y sin marcar de 3.500 kilómetros entre ambas naciones, conocida como la Línea de Control Real, se extiende desde la región de Ladakh en el oeste hasta el estado indio de Arunachal Pradesh en el este.
Los gigantes de Asia libraron una guerra fronteriza en 1962 que también se extendió a Ladakh.