La detención en las últimas horas de una mujer embarazada, acusada de promover una protesta contra las medidas de restricción impuestas en Australia para combatir el coronavirus, causó indignación y fortaleció al movimiento negacionista en el país.
La detención en las últimas horas de una mujer embarazada, acusada de promover una protesta contra las medidas de restricción impuestas en Australia para combatir el coronavirus, causó indignación y fortaleció al movimiento negacionista en el país.
Zoe Buhler, de 28 años, fue detenida la tarde del miércoles dentro de su vivienda en la ciudad de Ballarat, en el estado de Victoria --epicentro del rebrote de la pandemia--, bajo la acusación de incitar a una protesta contra las restricciones.
Un video grabado durante el arresto, que la pareja de Buhler publicó en Facebook, ya tiene más de cinco millones de visitas y causó indignación en parte de la población y los medios de comunicación.
En las imágenes, la mujer les dice a los agentes que estaba a punto de salir para que le hicieran una ecografía, pide que no la detuvieran delante de sus dos hijos y promete dar de baja la convocatoria a la protesta.
Buhler había promovido el llamado "Día de la Libertad", que incluía manifestaciones callejeras planeadas para ese día en todo el estado de Victoria, incluyendo la capital Melbourne, contra las medidas aplicadas para combatir la Covid-19.
"Le pedimos a todos los habitantes de Victoria que no salgan de sus casas a protestar. Estamos muy preocupados", dijo el comisionado asistente de la Policía de Victoria, Luke Cornelius, en declaraciones que reprodujo la agencia EFE.
El agente defendió la legalidad de la detención, aunque admitió que "arrestar a una mujer embarazada nunca va a dar una buena imagen".
La detención suscitó la crítica del exministro australiano de Comercio, Steven Ciobo, que afirmó en Twitter que, si bien no estaba "de acuerdo con la postura de la mujer, su detención es completamente absurda y no tiene fundamento en un país como Australia".
Mientras los sectores opositores al gobierno local calificaban de "fascistas" las medidas, otras voces como las de Sophie McNeill, investigadora de Human Right Watch, expresaban su preocupación de que el incidente pudiera "reforzar la determinación del movimiento anti-confinamiento".
El Ejecutivo del estado de Victoria tiene previsto anunciar este domingo su plan para abandonar las restricciones, tras el rebrote de coronavirus detectado a finales de junio, que hizo saltar las cifras de unas 2.200 infecciones a las más de 19.300 actuales.
El estado de Victoria registró hoy su segundo día consecutivo de aumento de casos con 113 nuevas infecciones y 15 muertes en las últimas 24 horas.
Con información de Télam y EFE