Espantosas manifestaciones de antisemitismo brotaron en todo el mundo a partir del recrudecimiento del conflicto en Medio Oriente a partir del ataque de Hamas a Israel.
Un artículo advierte el alarmante incremento del rechazo a la comunidad judía en distintas partes del mundo desde que Hamas atacó a Israel el pasado sábado 7 de octubre.
Espantosas manifestaciones de antisemitismo brotaron en todo el mundo a partir del recrudecimiento del conflicto en Medio Oriente a partir del ataque de Hamas a Israel.
En Los Ángeles, un hombre intentó entrar en casa de una familia al grito de "matad a los judíos". En Londres, en un parque infantil les dijeron a las niñas que "judías apestosas, no deben subirse al tobogán". En China, los mensajes que comparan a los judíos con parásitos, vampiros o serpientes proliferan en las redes sociales, atrayendo miles de "me gusta".
Estos son solo algunos ejemplos de incidentes de antisemitismo, que aumentaron en todo el mundo desde el ataque de hombres armados de Hamás contra el sur de Israel el 7 de octubre, con su conocido correlato.
En Francia, varios edificios de París amanecieron con estrellas de David, símbolo de la religión judía y del Estado de Israel, pintadas en sus fachadas, al tiempo que la fiscalía de París anunció la apertura de una investigación por odio religioso.
En Sudáfrica, manifestantes propalestinos de Johannesburgo marcharon el sábado hacia una zona con una importante comunidad judía, arrancando fotografías de rehenes israelíes en Gaza de los muros perimetrales de un centro comunitario mientras se celebraba un servicio de Shabat en una sinagoga cercana.
Quizás, el incidente antisemita más escalofriante a nivel mundial fue el asalto a un aeropuerto de la región rusa de Daguestán el pasado domingo por una multitud enfurecida que buscaba judíos a los que hacer daño tras la llegada de un vuelo procedente de Tel Aviv.
El rabino Alexander Boroda, presidente de la Federación Rusa de Comunidades Judías, respondió que el sentimiento antiisraelí se había transformado en una agresión abierta contra los judíos rusos.
En el caso de los incidentes antisemitas, la mayoría consisten en insultos verbales, calumnias o amenazas en Internet, pintadas y desfiguración de propiedades, negocios o lugares de importancia religiosa judíos. Las agresiones físicas representan una proporción significativa.
Un rasgo común es que la ira por la muerte de miles de palestinos como consecuencia de los bombardeos israelíes sobre Gaza se invoca como justificación para la agresión verbal o física contra los judíos en general, a menudo acompañada del uso de insultos y tropos arraigados en la larga historia del antisemitismo.
En los países en los que se dispone de cifras policiales o de grupos de la sociedad civil, incluidos Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Alemania y Sudáfrica, el patrón es claro: el número de incidentes antisemitas se han multiplicado desde el 7 de octubre, en comparación con el mismo periodo del año anterior. También, en algunos países, como Estados Unidos y Gran Bretaña, los incidentes islamófobos -rechazo hacia el islam- también aumentaron desde el 7 de octubre.
"Cualquiera que sea su opinión sobre el conflicto, incluso si son extremadamente críticos con la política del Gobierno israelí, para ellos judío es igual a Israel, igual a matar niños palestinos", analizó la politóloga Nonna Mayer, miembro de la CNCDH francesa, una comisión independiente de derechos humanos, que describió lo que piensan quienes están detrás de los incidentes antisemitas.
El clima de miedo es peor para muchos judíos que en anteriores aumentos del antisemitismo relacionados con brotes de violencia en Oriente Próximo, en parte por la intensidad del conflicto de Gaza y en parte por el trauma del 7 de octubre.
"Es el momento más aterrador para ser judío desde la Segunda Guerra Mundial. Hemos tenido problemas antes, pero las cosas nunca habían estado tan mal en toda mi vida", confió Anthony Adler, de 62 años, a la salida de una sinagoga a la que había ido a rezar en Golders Green, un barrio londinense con una gran comunidad judía.
Adler, quien dirige tres escuelas judías, cerró temporalmente dos de ellas después del 7 de octubre por temor a ataques contra los alumnos. "El mayor temor es que haya un atentado aleatorio contra nuestra comunidad, nuestras familias y nuestros hijos", afirmó.
En ese sentido, la agencia Reuters remarcó que en Buenos Aires, se pidió a los alumnos de una conocida escuela judía que no vistieran sus uniformes habituales para que se les identifique menos fácilmente, según revelaron los padres.
También en la Universidad de Cornell, al norte del estado de Nueva York, se reforzó la seguridad en torno al Centro para la Vida Judía tras las amenazas recibidas en Internet, entre ellas un llamamiento a bombardearlo.