Un equipo de investigadores de Italia avanza este verano en el estudio de un fenómeno visualmente muy espectacular que, con toda probabilidad, es una nueva expresión del cambio o crisis climática global. En concreto, los científicos están analizando el misterioso color rosado en un glaciar en los Alpes italianos, un color probablemente causado por algas que aceleraría los efectos del cambio climático.
Tenés que leerVideo: preocupación en India por el repentino cambio de color del Lago LonarEl origen de las algas es controvertido, pero el color rosado de la nieve, observado en secciones del glaciar Presena, probablemente sea causado por la misma planta descubierta en Groenlandia, según el miembro del Centro Nacional de Investigación Biagio Di Mauro. Pese a su impacto sobre la estabilidad de la masa de hielo y nieve en este punto de los Alpes, Di Mauro detalla que, “el alga que se considera responsable del fenómeno no es peligrosa, y su presencia -en menor proporción- es un fenómeno natural que ocurre durante la primavera y el verano en las latitudes medias, pero también en los polos”.
Las algas, de la especie Ancylonema nordenskioeldii, también están presentes en Groenlandia, en una zona donde se derrite el hielo. El hielo normalmente refleja más del 80% de la radiación solar a la atmósfera. Pero las algas oscurecen la nieve, que absorbe más calor y se derrite más rápido.
Cada vez aparecen más algas a medida que la nieve se derrite rápidamente, lo que le da un tinte rojo al hielo blanco del paso de Gavia, a 2.618 metros sobre el nivel del mar. ”Estamos tratando de cuantificar los efectos de fenómenos distintos de los causados por los humanos en el sobrecalentamiento de la Tierra”, continuó Di Mauro, y agregó que los excursionistas y los remontes también podrían tener efectos sobre las algas.
Colores en zonas naturalmente blancas
El fenómeno que ahora se estudia en los Alpes es parecido al provocado por la Chlamydomona nivalis, una alga verde asociada con la nieve púrpura en la Antártida, la especie actúa sobre el hielo después de la germinación de sus esporas, favorecida por las temperaturas de verano.
Esto es lo que los expertos llaman “retroalimentación de bioalbedo”: el albedo (fracción de luz reflejada por un objeto o una superficie con respecto a lo que lo afecta) disminuye y de esta manera favorece la presencia de una capa delgada de agua que a su vez facilita la supervivencia del alga, que normalmente moriría. Las consecuencias pueden ser muy graves, porque según algunos estudios, las algas corren el riesgo de acelerar aún más la fusión de los glaciares. Otra consecuencia del calentamiento global.