Martes 30.7.2019
/Última actualización 19:31
“Hasta ahora, la información que tenemos es que no hay evidencia de trabajadores de minería ilegal que actúen en el sitio. Por lo tanto, es necesario esperar el final de la investigación por parte de la Policía Federal. Solo entonces tendremos una aclaración de los hechos y cómo sucedieron”, dijo Rêgo Barros en declaraciones a la prensa en el Palacio de Planalto.
OP9 Sadi GitzEl Ministerio Público Federal (MPF) también informó el lunes que las investigaciones preliminares de la Policía Federal no apuntaban a la presencia de grupos invasores en tierras indígenas, pero esa hipótesis aún no es descartada y se llevarán a cabo nuevas investigaciones en la región.
Los líderes indígenas informaron a los equipos de investigación que 15 invasores (conocidos como garimpeiros) pasaron una noche en la aldea de Yvytoto, a unos 300 kilómetros de la capital, Macapá, en “posesión de armas de fuego a gran escala”. Según testimonios de dos indígenas, Emyra Wajãpi habría sido asesinado el lunes 22 de julio por la tarde. Sin embargo, no hubo testigos presentes en el momento de la muerte y se dieron cuenta de lo que ocurrió al día siguiente.
El portavoz de Presidencia también se refirió al tema de la autorización para la exploración de reservas minerales en áreas indígenas, que cuenta con el aval del presidente Jair Bolsonaro, y que actualmente está siendo estudiado por el gobierno federal. Rêgo Barros dijo que la medida necesita ser regulada mediante un proyecto de ley.
“Para la viabilidad y las actividades de las empresas en los sectores de energía y minerales, no solo en las tierras indígenas, es necesario regular algunos artículos de la Constitución Federal a través de una ley ordinaria, un proyecto de ley. Este tema está siendo tratado de manera intersectorial, con la participación de varias entidades y ministerios, con la premisa de observar y cumplir con las leyes y convenciones nacionales e internacionales, que han sido ratificadas por el Estado brasileño”, dijo.
En un comunicado emitido este lunes, la alta comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, afirmó: “El asesinato de Emyra Wajãpi, líder del pueblo indígena Wajãpi, es trágico y reprensible por sí mismo. También es un síntoma inquietante del creciente problema de la invasión de las tierras indígenas, especialmente los bosques, por parte de mineros, madereros y agricultores en Brasil. La política propuesta por el gobierno brasileño de abrir más áreas de la Amazonía a la minería, podría conducir a incidentes de violencia, intimidación y asesinatos del tipo infligido al pueblo Wajãpi la semana pasada (…) Llamo al gobierno de Brasil a reconsiderar sus políticas hacia los pueblos indígenas y sus tierras, para que el asesinato de Emyra Wajãpi no anuncie una nueva ola de violencia destinada a ahuyentar a las personas de sus tierras ancestrales y permitir una mayor destrucción de la selva tropical, con todas las ramificaciones científicamente establecidas que tienen para la exacerbación del cambio climático”.