Las autoridades iraníes dieron a conocer que cinco personas fueron condenadas a muerte por su implicación en el fallecimiento de un agente de seguridad en las protestas que desde hace varios meses se suceden en el país, mientras que Amnistía Internacional advierte que la represión contra las mujeres no cambiará solamente con la eliminación de la "policía de la moral".
El portavoz del Departamento de Justicia, Masoud Setayeshi, contó que por ese mismo delito otras once personas -tres menores de edad- fueron condenados a "largas penas" de prisión, según la agencia ISNA.
Setayeshi dijo que la muerte del agente Seyed Ruholá Ajamian fue el 21 de noviembre después de que los acusados lo atacaran "con cuchillos" y le golpearan, recogió la agencia de noticias Europa Press.
Las condenas pueden todavía recurrirse ante el Tribunal Supremo, informó.
Desde el inicio de las protestas, Setayeshi aseguró que 1.200 manifestantes fueron liberados, mientras que "varios" ciudadanos extranjeros fueron detenidos y acusados de los delitos de "concierto para delinquir".
El portavoz de Justicia acusó a Estados Unidos de aprovechar los festejos por los partidos de la selección de Irán en el Mundial de Fútbol de Qatar para "lanzar numerosos golpes y motines para acabar con la democracia, espiar y matar a inocentes".
El anuncio se produjo cuando Irán se encuentra sumido en una ola de protestas desde la muerte el 16 de septiembre de Mahsa Amini, de 22 años, que falleció tras ser detenida por la policía de la moral por no llevar correctamente el velo (hiyab), cubriendo su cabello.
Desde la muerte de Amini, según organizaciones de derechos humanos locales e internacionales, unas 470 personas murieron como consecuencia de la represión de las fuerzas seguridad del Estado, mientras que otras 18.000 fueron arrestadas.
Por su parte, la organización no gubernamental Amnistía Internacional (AI) pidió hoy a la comunidad internacional que "no se deje engañar" por las "dudosas" afirmaciones sobre el posible desmantelamiento de la 'policía de la moral'.
El fiscal general de Irán, Mohammad Jafar Montazeri, en una ambigua declaración, dio a entender el sábado que se había disuelto la unidad de la policía encargada de hacer cumplir el código de vestimenta y que tiene la potestad para detener a las mujeres que consideren que llevan el velo de forma inapropiada.
"La 'policía de la moral' ha sido desmantelada por la misma gente que la creó" y agregó que el aparato judicial no tuvo control sobre la misma.
Sin embargo, la cadena de televisión estatal Al Alam reprochó horas después a los medios de comunicación occidentales que interpretaron las declaraciones de Montazeri como una retirada de la República Islámica de su postura sobre el hiyab y la moral religiosa.
La directora de AI para Oriente Próximo y Norte de África, Heba Morayef, destacó que "las declaraciones del fiscal general fue deliberadamente vaga y no mencionó la infraestructura legal y política que mantiene firmemente en vigor la práctica de uso obligatorio del velo contra mujeres y niñas".
"Hasta el día en el que todas estas leyes y regulaciones sean anuladas, la misma violencia que resultó en el arresto y la muerte de Mahsa Amini continuará contra millones de mujeres y niñas", dijo Morayef, y apuntó que "los manifestantes en Irán no piden sólo desmantelar la 'policía de la moral', sino una transición hacia un sistema político y legal nuevo que respete sus Derechos Humanos y sus libertades básicas".
Con estas declaraciones, AI se suma a las expresiones de otros activistas opositores al Gobierno iraní que ayer desestimaron el anuncio de la disolución de la policía de la moral y que habían advertido que las autoridades seguirán aplicando sus estrictas normas sobre la vestimenta de las mujeres.