La legislación relacionada con el hiyab, que fue aprobada por el Parlamento de Irán en septiembre de 2023, no se enviará al Gobierno para su promulgación. Todavía no se sabe si esta medida es de carácter temporal o permanente.
Seguirá las obligaciones, pero no avanzan con la promulgación de la ley del 2023. Las manifestaciones sociales y una eventual crisis interna potenciaron la medida.
La legislación relacionada con el hiyab, que fue aprobada por el Parlamento de Irán en septiembre de 2023, no se enviará al Gobierno para su promulgación. Todavía no se sabe si esta medida es de carácter temporal o permanente.
La ley iba a autorizar penas muy severas, e incluso la pena de muerte, por el activismo contra las leyes discriminatorias del país que obligan a llevar velo, lo que supondría una peligrosa escalada de tensión en el país.
Muchas personas creen que esta ley, más dura, podría haber reavivado las protestas que siguieron a la detención y posterior asesinato de Mahsa Amini, ciudadana iraní de 22 años, en septiembre de 2022.
Amini murió a manos de la denominada 'Policía de moralidad' de Irán por no llevar correctamente colocado el hiyab y por su postura contraria a una ley, que se remonta a la llegada del régimen islámico al país en 1979.
Teherán niega ser responsable de su muerte, pero los investigadores de la ONU concluyeron que "fue sometida a violencia física que condujo a su muerte", y culparon a la 'Policía de moralidad'. La posterior represión de las protestas que se sucedieron por todo el país se saldó con al menos 500 muertos y más de 22.000 detenidos.
Desde entonces, las mujeres iraníes hacen cada vez más menos caso a la ley sobre el hiyab y pasean en público con el cabello al descubierto, a pesar de la amenaza de ser detenidas o acosadas.
A principios del pasado mes de noviembre, una estudiante iraní de la Universidad Azad de Teherán se desnudó en la calle en señal de protesta, después de que la 'Policía de moralidad' y las fuerzas de seguridad la reprendieran por su atuendo.