La ONU repudió la represión durante las manifestaciones contra del uso del velo en Irán
Organizaciones no gubernamentales situaron la cifra de fallecidos por encima de la facilitada hasta ahora por los medios estatales. Las protestas se desarrollaron tras la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, detenida en Teherán.
La ONU repudió la represión durante las manifestaciones contra del uso del velo en Irán
Martes 27.9.2022
/
Última actualización 13:00
El Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas mostró su “gran preocupación” por la “respuesta violenta” de las fuerzas de seguridad del régimen iraní a las protestas de los últimos días por la muerte bajo custodia de una mujer detenida por llevar mal el velo, que se han saldado con más de 40 muertos.
La portavoz del organismo, Ravina Shamdasani, criticó las “restricciones de las comunicaciones” aplicadas por las autoridades, incluido Internet y redes sociales, y lamentó que “muchos iraníes han muerto, han resultado heridos o han sido detenidos durante las protestas” por la muerte de Mahsa Amini, de 22 años y detenida el 13 de septiembre en la capital, Teherán.
Antes de recordar que organizaciones no gubernamentales situaron la cifra de fallecidos por encima de la facilitada hasta ahora por los medios estatales, señaló: “Debido en parte a las restricciones en las telecomunicaciones, es difícil establecer el número preciso de víctimas y arrestos”.
“Las armas de fuego nunca deben ser usadas para dispersar una asamblea”, agregó, previo a apuntar a las informaciones sobre cientos de detenidos en las movilizaciones, incluidos activistas, abogados y periodistas.
En este sentido, sostuvo que “el Gobierno no ha anunciado el número total de arresto”, si bien ha reseñado que la Policía de la provincia de Gilán ha confirmado la detención de cerca de 740 personas. “Pedimos a las autoridades iraníes que garanticen el derecho al debido proceso y que liberen a todos los que han sido privados de su libertad de forma arbitraria”, continuó.
Mahsa Amini, de 22 años, fue detenida en Teherán por llevar de manera incorrecta el velo y falleció tres días después de caer en coma tras desmayarse en un centro de detención, en medio de denuncias sobre torturas y malos tratos.